Rosalía Vergara
Proceso (Foto: Jorge Escalante / Reforma)
MÉXICO, D.F. (apro).- Con un mitin en el Zócalo capitalino, después de haberse sumado a la marcha campesina contra la reforma energética que se discute en la Cámara de Diputados, Francisco Hernández Juárez, presidente colegiado de la Unión Nacional de Trabajadores (UNT), hizo un llamado a las agrupaciones de productores para adherirse a la consulta popular programada para el 2015.
El también secretario general del Sindicato de Telefonistas de la República Mexicana (STRM) celebró que en la jornada de lucha campesina de este día se haya logrado instalar una mesa de negociación en la que también participará Miguel Ángel Osorio Chong, titular de Segob, así como otros secretarios de Estado.
Así, después de manifestar la solidaridad de la UNT, Hernández Juárez instó a fortalecer la amplia unidad entre el sector campesino y el sindical pues juntos, aseguró, podrán impulsar cambios para el campo.
Sin embargo, mostró recelo de los legisladores:
“No hay que confiarse. No veo voluntad para que esto pueda ocurrir en la Cámara de Diputados o de Senadores. Si logramos reunir las firmas suficientes, podemos hacer obligatoria una consulta nacional. Estamos seguros de que podemos echar atrás esta reforma energética”, indicó.
Por su parte, Max Correa, de la Confederación Campesina Cardenista (CCC), anunció que a partir de mañana regresarán los jornaleros a sus comunidades para informar sobre la reunión en Gobernación y preparar la Convención Campesina e Indígena para octubre próximo.
También comentó que este jueves 24 alrededor de cien líderes campesinos se reunirán con el jefe de Gobierno capitalino, Miguel Ángel Mancera, para pedirle siga abriendo espacios de negociación con diputados federales y gobierno de Enrique Peña Nieto.
Antes, Francisco Jiménez Pablo, de la Coordinadora Nacional Plan de Ayala (CNPA), expuso un informe sobre el encuentro en Gobernación y comentó los tres puntos principales de la agenda de los campesinos:
“Reforma incluyente para el campo que respete la propiedad social sobre la tierra. Modificación de las leyes secundarias de la reforma energética para que incluyan las propuestas campesinas. No estamos de acuerdo con el cambio de palabras, de expropiación a ocupación temporal de tierras”.
Además, reclaman “una agenda de derechos humanos para tratar lo relacionado con la criminalización de la protesta de quienes defendemos nuestra tierra y el agua”.
También indicó que los encuentros con las autoridades federales comienzan el lunes 28 con representantes de la Secretaría de Energía, y después se elaborará una agenda en materia de derechos humanos.
Isabel Cruz, de la Asociación Mexicana de Uniones de Crédito del Sector Social (AMUCSS), enumeró los once puntos a negociar sobre la reforma energética, la cual consideró “un atraco a la nación”.
Enseguida, celebró la adhesión de 45 organizaciones a la movilización campesina, las cuales logran concentrar a unas 40 mil personas en el Zócalo capitalino.
Asimismo, comentó que en Gobernación los funcionarios priistas les dijeron que no estaban entendiendo los beneficios de la reforma. Y preguntó a los manifestantes:
“¿Ustedes creen que no entendemos esas reformas anticampesinas? ¿Quién piensa que expropiar la tierra para dársela a ocupadores temporales es diferente a perder derechos agrarios? Esta clase política no escucha a nadie”, fustigó.
Al resumir punto por punto de la agenda, la dirigente campesina explicó que el cambio a la estructura de montos de programas públicos, por 40 mil millones de pesos, significa no pedirle dinero al gobierno, sino reorientar el presupuesto que ya existe.
Además, demandó aprobar la Ley Reglamentaria por el Derecho a la Alimentación, creación de una empresa pública para el acopio de granos, un programa nacional de financiamiento a la pequeña y mediana economía familiar y un decreto para que el gobierno compre insumos y granos a los campesinos.
“Hoy los precios agrícolas dependen de las trasnacionales. Estamos en sus manos. Exigimos que el gobierno intervenga, democratizando el mercado”, exigió.
También se pronunció por la derogación de la llamada ley bala en Puebla, Quintana Roo y Chiapas, así como la prohibición del uso de semillas transgénicas. “No queremos que México se convierta en la República de Monsanto”, espetó.
Cerca de las 16:30 horas, en el cruce de Juárez y Reforma, los contingentes de la UNT se sumaron a la marcha convocada por las centrales campesinas, entre ellas el Congreso Agrario Permanente (CAP) y el Frente Amplio Campesino.
Así, sindicalistas y productores marcharon hasta el Zócalo capitalino para repudiar “la reforma del despojo”, como calificaron a la energética.
Los manifestantes soportaron estoicos la lluvia que, Max Correa, llamó “el agua bendita en la que germinará la semilla de la unidad” entre las agrupaciones campesinas, indígenas y sindicales.
Poco después, quienes integraban los contingentes reconvirtieron sus pancartas en precarios techos de plástico para protegerse del chubasco. En ese momento concluyó la protesta.
Saldo blanco: SSPDF
La Secretaría de Seguridad Pública del Distrito Federal (SSPDF) confirmó que la ‘megamarcha’ culminó sin que se reportaran incidentes.
La dependencia recordó que desde las seis de la mañana puso en marcha un dispositivo de seguridad, vigilancia, control y agilización de la movilidad, con la finalidad de garantizar la seguridad de la ciudadanía y de los manifestantes.
En el operativo, acotó, participaron 2 mil 500 efectivos, apoyados con 316 vehículos (patrullas, motocicletas, camionetas, ambulancias, grúas y helicópteros).