Elizabeth Albarrán
El Economista
La propuesta en materia de leyes energéticas prevé que los trabajadores de nuevo ingreso en Petróleos Mexicanos (Pemex) y la Comisión Federal de Electricidad (CFE) tendrán que adoptar el esquema de cuentas individuales para sus pensiones, lo cual representa una oportunidad de crecimiento para las administradoras de fondos para el retiro (afores), aseguró Gerardo López, especialista en afores de la Universidad Panamericana.
“Esto representa, sin duda, una oportunidad de negocio, ya que se abre un nuevo sector en el mercado y más competencia entre las afores. Los nuevos trabajadores que se integren a Pemex y CFE tendrán derecho a elegir entre las 11 afores donde quieren administrar sus ahorros para el retiro”.
La Cámara de Diputados aprobó que el Estado asuma la deuda de ambas paraestatales en el pago de pensiones y jubilaciones con la condición de que los trabajadores de nuevo ingreso entren bajo el esquema de cuentas individuales, es decir con aportaciones tripartitas.
“Pemex y CFE tienen su propio plan de pensiones, un plan tradicional de reparto que nunca se ha cambiado. Con el nuevo esquema ya no será únicamente el patrón quien ahorre sino serán los patrones, trabajadores y el Estado los que van a contribuir para generar recursos que financien la pensión del trabajador”, expuso López [¿Y QUIÉN GANA CON ESTO? ¡CLARO! LOS BANCOS QUE SON DUEÑOS DE LAS AFORES… ¡LOS MALDITOS BANCOS OTRA VEZ ENGORDÁNDOSE LOS BOLSILLOS CON EL DINERO DE LOS MEXICANOS!].
En el 2013, Pemex registraba a 154,774 empleados, mientras que la CFE tenía 95,294 empleados. Los pasivos laborales de Pemex y CFE ascienden a 1.1 billones de pesos y 507,000 millones de pesos, respectivamente, de acuerdo con los reportes anuales de cada empresa.
Actualmente, las afores administran 51 millones 188,144 cuentas de trabajadores que ahorran sus recursos para el retiro, de las cuales XXI Banorte, Banamex y Sura administran más de 60 por ciento.
López mencionó que si las afores se hicieran cargo de los ahorros de los trabajadores de las paraestatales, los beneficios se verían no sólo en sus rendimientos sino en la contribución que hace el Sistema de Ahorro para el Retiro para el crecimiento de la economía nacional.
“Cuando se recibe un ahorro del trabajador en una afore, esos recursos son invertidos y canalizados al sector productivo, ya que van a poder financiar nueva vivienda, proyectos de inversión y préstamos a empresas productivas como el sector energético” [ES DECIR, HACEN LO QUE SE LES DA LA GANA CON EL DINERO DE LOS TRABAJADORES Y SIN SU PERMISO. EL TRABAJADOR NO GANA NADA CON ESTAS «REINVERSIONES EN EL SECTOR PRODUCTIVO», EL QUE GANA ES EL BANCO].
Incluso refirió que si Pemex o CFE necesitaran recursos para cualquier proyecto, los podrán financiar con los ahorros para el retiro, por lo que “se logran dos objetivos: buenos rendimientos al trabajador y beneficios a la economía nacional”.
Al cierre de junio, los activos netos de las afores ascendieron a más de 2.2 billones de pesos, lo que representa 13.6% del Producto Interno Bruto (PIB), lo cual es significativo, pues tan sólo en el 2005 los activos sólo representaron 6.2% del PIB.
Con respecto a los trabajadores en activo, tendrán que renegociar su contrato con las autoridades, ya que todavía falta verificar cómo funcionará el contrato colectivo para no afectar los derechos de los trabajadores. “En el momento en que entre en vigor la reforma, los trabajadores en activo tendrían que sujetarse a la negociación y regulación del régimen de transición”.
Este tipo de transiciones ya se ha llevado a cabo en el país, como el caso de la Ley del Seguro Social, en la que se abre un nuevo régimen de transición y los trabajadores eligen al final de su vida laboral el régimen que desean para jubilarse; o bien como la Ley del ISSSTE, en la que los trabajadores deciden el régimen de jubilación.