México, 5 de octubre 2018 (NOTIGODÍNEZ).- El nuevo acuerdo comercial entre Estados Unidos, Canadá y México, «negociado» -acatado- a espaldas de los mexicanos por el régimen usurpador del asesino de Atenco, Enrique Peña Nieto, y cuyo contenido se desconoce a cabalidad, «blindaría» a las petroleras trasnacionales ante una posible modificación o cancelación de la contrarreforma energética espuria.
Dicha contrarreforma liquidó las conquistas de la expropiación petrolera impulsada por el general Lázaro Cárdenas del Río, reabriendo la puerta para que trasnacionales ecocidas y saqueadoras como Chevron, Exxon, Gulf y otras de Estados Unidos y el resto del mundo, vuelvan a saquear hidrocarburos propiedad de la nación.
El diario La Jornada informó que el nuevo Acuerdo Estados Unidos-México-Canadá (USMCA, por sus siglas en inglés) incluye una cláusula conocida como «resolución de disputas inversionistas-Estado» para proteger las inversiones de la industria petrolera estadounidense en el extranjero.
La cláusula, abreviada como ISDS por sus siglas en inglés, establece que las trasnacionales pueden demandar a los gobiernos si éstos imponen nuevas regulaciones o acciones que afectan negativamente sus inversiones, incluyendo por ejemplo nuevas normas ambientales, lo que comporta una ventaja «legal» para estas empresas frente a una eventual cancelación de contratos o incluso de la propia contrarreforma, como lo prometió [y juró] Andrés Manuel López Obrador, presidente electo de la República, en su larga campaña electoral.
Según el medio aquí citado, empresas trasnacionales de diversos sectores han obtenido más de 392 MILLONES DE DÓLARES en fondos públicos por indemnizaciones derivadas de la aplicación del ISDS, contemplado en el extinto Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN).
Aunque diversos intereses buscaban eliminarlo por completo, el gobierno de Trump, cabildero de las trasnacionales petroleras, consiguió mantener el ISDS vigente en el nuevo USMCA para cuatro rubros estratégicos: energético, telecomunicaciones, transporte e infraestructura.
Las empresas ExxonMobil, Chevron, Shell, BP y Total, entre otras, así como el Instituto Americano Petrolero (API, en inglés), asociación nacional que representa los intereses del sector, celebraron felices la inclusión del ISDS en el nuevo acuerdo. El API elogió también que el acuerdo incluye «el requerimiento de que [México] retenga por lo menos el nivel actual de apertura a la inversión estadunidense en energéticos», así como la prohibición de aplicar aranceles (impuestos) al crudo que las empresas se lleven de nuestro país.
En tal sentido, la organización internacional de defensa del consumidor Public Citizen, informó que la inclusión del ISDS en el nuevo acuerdo se realizó para beneficio específico de nueve petroleras estadounidenses que obtuvieron contratos en México, por lo que conminó al régimen mexicano a negociar para suprimir esa cláusula del nuevo tratado.
Opinión:
Andrés Manuel López Obrador no pensaba cumplir su «juramento patriótico» de cancelar la contrarreforma energética, o al menos así lo han estado avisando sus colaboradores cercanos. Todo fue una tomada de pelo para ganar adeptos. Pero por si acaso, las trasnacionales se han salido con la suya de asegurar el saqueo de nuestro petróleo aún si el tabasqueño decidese -como debería- expulsarlas de nuestro país. Ya sabíamos que el nuevo mamotreto firmado por Peña a espaldas del pueblo sería lesivo para nuestro país. Lo que molesta es que la cada vez más obsequiosa y zalamera bancada de Morena en el Congreso, se haya prestado para emitir una «felicitación» al asesino, usurpador, corruptazo Peña Nieto, y molesta mucho más que sus seguidores no protesten ante semejante circo grotesco. «Genio y figura -agachón y sumiso- hasta la sepultura», ¿verdad, mexicanito?
Con información de La Jornada