México, 27 de septiembre 2018 (NOTIGODÍNEZ).- Tras negociar con el régimen usurpador de su jefe y cómplice, el asesino de Atenco y actual usurpador Enrique Peña Nieto, Javier Duarte de Ochoa, alias «La Marrana», ex «gobernador» priista de Veracruz acusado de lavado de dinero y asociación delictuosa, recibió una «condena» de apenas 9 años de prisión -de los cuales ya transcurrió uno- y una multa de 58 mil pesos por declararse culpable de los delitos que se le imputan.
De acuerdo con el portal Animal Político, Duarte negoció con la Procuraduría General de la República (PGR) un proceso «abreviado» que consiste en una salida para acortar el proceso y evitar el juicio oral, a cambio de que el acusado contradijera todas sus declaraciones públicas de inocencia y se confesara culpable.
La dependencia del régimen usurpador aceptó la propuesta y solicitó al juez una sentencia condenatoria de apenas 9 años de prisión, mismos que comenzaron a correr desde el 15 de abril del año pasado, cuando Duarte fue detenido en Guatemala. La condición de la PGR para aceptar el trato fue impedir que dicha sentencia pudiera ser cumplida fuera de la cárcel -caso de la exlideresa magisterial Elba Esther Gordillo.
Asimismo, la dependencia espuria solicitó el decomiso de todas las propiedades de Duarte, aún aquellas que fueron registrados por otras personas señaladas en la investigación como prestanombres del ex «gobernador».
Fue el juez federal Marco Antonio Fuerte Tapia, a petición de la PGR, quien autorizó el decomiso definitivo de 40 bienes inmuebles adjudicados al expriista. No obstante, ninguno de ellos estaba a nombre de Duarte porque presuntamente fueron adquiridos por prestanombres.
Animal detalló que entre las propiedades incautadas al amigo del usurpador Peña se encuentran 21 terrenos ejidales en Campeche, tres departamentos en Santa Fe, cuatro departamentos en Ixtapa, dos propiedades en Polanco, una tercera parte en el rancho La Mesa en Valle de Bravo, y varios bienes más en Veracruz.
Adicionalmente, el juez le impuso una multa de 58 mil 890 pesos y una «amonestación verbal» -regaño- para que no reincida en este tipo de delitos.
En contraparte, el magistrado rechazó fijar una reparación del daño debido a que «los delitos que se le imputan son de carácter formal y no generan alteración material». Tampoco avaló prohibir a Duarte ocupar cargos públicos tras el cumplimiento de su condena.
“Por un principio de lealtad e institucionalidad que rige mi conducta, sí la admito”, fueron las palabras de «La Marrana» cuando se le preguntó si aceptaba su culpabilidad en los delitos de lavado de dinero y asociación delictuosa. Apenas días antes, medios difundieron una entrevista en la que refrendaba su inocencia.
Opinión:
Ocho años de cárcel -más uno que ya lleva- por saquear las finanzas estatales, triangular recursos del erario usando empresas fantasma y confesar sus vínculos delincuenciales… Sobra decir se trata de otra burla y otra afrenta proveniente del sujeto que lleva casi seis años ocupando ilegalmente Los Pinos. Aparte de servir a sus jefes oligarcas y corromper como nunca las instituciones que usurpa, Peña se ha burlado, ha escupido hasta el cansancio la inteligencia de los mexicanos y vuelve a hacerlo sin pudor alguno. ¡Es él quien debería estar en la cárcel, esposado mano a mano con Duarte y sus demás cómplices criminales! En lugar de ello, sigue usurpando y envilenciendo la Presidencia en espera del 1 de diciembre para irse impune, risa y risa, sin mayor juicio que el «de la historia» que no sirve para nada ni consuela a nadie. Salida indigna esperar que «el karma» o la «justicia» divina se hagan cargo a sabiendas de que el pueblo tiene todo el poder para materializar sus designios, pero se rehusa a ejercerlo…
Con información de Animal Político
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