Redacción Proceso
MÉXICO, D.F. (apro).- Movidos por la indignación, miles de mexicanos salieron este miércoles a las principales plazas del país para exigir a las autoridades federales justicia por los muertos de Iguala y la aparición con vida de 43 normalistas de Ayotzinapa, Guerrero.
Maestros, estudiantes, activistas, padres de familia de Guerrero, Michoacán, Oaxaca, Veracruz, Puebla, Chiapas, Durango, Quintana Roo, Aguascalientes, Zacatecas, Jalisco, Morelos, Monterrey, Guanajuato, Chihuahua, Campeche y Querétaro inundaron las plazas principales, bloquearon carreteras, tomaron refinerías, aeropuertos, autopistas, comercios y dependencias estatales y federales, para repudiar la violencia que azota al país.
En todas las marchas, los manifestantes portaron cartulinas con los rostros y nombres de los estudiantes de la Escuela Normal “Isidro Burgos” y gritaron el mismo lema: “Vivos se los llevaron, vivos los queremos”.
En Guerrero, epicentro de la narcoviolencia hoy en día, las manifestaciones empezaron alrededor de la una de la tarde. Desde Acapulco, distintos grupos sociales se concentraron en la autopista Del Sol con destino al Parador del Marqués. Algunos hicieron pintas en los muros de contención “Porque el color de la sangre jamás se olvida” y “Los masacrados serán vengados”.
Los estudiantes dibujaron siluetas humanas simulando a sus compañeros asesinados. En esa marcha participaron damnificados por la tormenta tropical Manuel, sindicalistas, universitarios y miembros de la CRAC.
Sobre la misma autopista, pero a la altura de Chilpancingo, madres y padres de los normalistas desaparecidos exigieron la renuncia del gobernador Ángel Aguirre. Participaron habitantes de la Costa Chica, Costa Alta, La Montaña y Tierra Caliente. A las calles de la capital también llegaron estudiantes de la Universidad Autónoma de Guerrero (UAGro).
Alumnos uniformados de la Preparatoria 29, en el municipio de Tixtla –donde nacieron algunos normalistas desaparecidos–, exigieron el alto “a la represión de los movimientos sociales en Guerrero”. En Tlapa, anarquistas saquearon e incendiaron parte de la sede del ayuntamiento.
En Michoacán hubo protestas en Lázaro Cárdenas y Morelia, encabezadas por maestros de la CNTE y estudiantes campesinos que bloquearon las carreteras en la costera en la autopista Siglo XXI.
A Morelia llegaron miembros de El Barzón y la Unión Campesina Democrática, quienes exigieron audiencia con el gobernador, una mesa de diálogo con productores de maíz y alto a los incrementos de gasolina y diesel.
Maestros de la Sección 22 del SNTE en Oaxaca suspendieron clases en todo el estado para realizar bloqueos, tomas de oficinas y cierre de plazas comerciales.
El vocero de esa sección, Mohamed Otaqui Toledo, informó que bloquearon durante 10 horas el aeropuerto internacional de esta capital, la refinería “Antonio Dovalí Jaime” en Salina Cruz y la estación de distribución de Petróleos Mexicanos en Valles Centrales, así como las instalaciones de la PGR y plazas comerciales con la misma exigencia: “Alto al terrorismo de Estado”.
En Veracruz, estudiantes de la Unidad de Humanidades de la Universidad del estado tomaron las instalaciones desde las primeras horas y anunciaron que el paro de labores por 48 horas.
Puebla vio a cientos de estudiantes encabezados por alumnas de la escuela Normal Rural de Teteles que partieron de la Ciudad Universitaria hacia el zócalo de la ciudad.
Zapatistas se solidarizan
Unos 20 mil indígenas, entre milicianos y bases de apoyo del Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN), realizaron una mega marcha silenciosa en solidaridad con los normalistas de Ayotzinapa, Guerrrero.
Con las consignas “Su dolor es nuestro dolor”, “No están solos” y “Su rabia es nuestra” y sus pasamontañas y paliacates, llegaron a San Cristóbal de las Casas desde los cinco Caracoles que aglutinan las Juntas de Buen Gobierno.
Choles, tsotsiles, tseltales y tojolabales, algunos viajaron hasta 12 horas. Entre los mandos zapatistas iba, con radio de comunicación en mano, el Comandante Tacho, miembro de la Comandancia General del Comité Clandestino Revolucionario Indígena (CG-CCRI).
Las movilizaciones también se hicieron en Tuxtla Gutiérrez, Palenque, Comitán, Tapachula, Motozintla y otras ciudades chiapanecas en compañía de unos 45 mil maestros de la CNTE. Se unieron normalistas de la escuela Jacinto Canek, la Facultad de Ciencias Sociales, el Frente Nacional de Lucha por el Socialismo (FNLS), la Organización Proletaria Emiliano Zapata (OPEZ) y otras organizaciones sociales.
En Durango, alrededor de 400 estudiantes de la Escuela Normal Rural J. Guadalupe Aguilera caminaron por las principales calles de la ciudad. Las oficinas del gobierno estatal cerraron sus puertas para evitar que los manifestantes ingresaran a ellas.
Frente al Monumento al Estudiante, en Cancún, Quintana Roo, alumnos de diversas instituciones participaron en la protesta. Ahí, Teresa Carmona Lugo, quien perdió un hijo estudiante en la Ciudad de México en 2010, enlistó a los 43 normalistas desaparecidos.
Militantes del PRD se sumaron a la protesta que recorrió las principales calles del centro de la ciudad. En Felipe Carrillo Puerto fue la mayor concentración con unas 300 personas, quienes aprovecharon la oportunidad para exigir la libertad de presos políticos acusados de sabotaje por protestar contra el aumento de la tarifas de agua potable.
En Aguascalientes, unas 500 personas en su mayoría de la Normal Rural femenil de Cañada Honda y de la Escuela Normal de Educación Física de Rincón de Romos, marcharon desde la glorieta del Quijote hasta la explanada de la Plaza de la Patria.
Maestros y estudiantes de la escuela normal Manuel Ávila Camacho de Zacatecas –la más antigua del país– realizaron sus actividades normales, aunque “bajo protesta”. Colgaron una manta en la parte frontal de la institución en la acusaron que lo sucedido en Guerrero es “uno de los hechos más lamentables de los últimos tiempos en contra de la juventud estudiosa de nuestro país”.
Integrantes de la comunidad Indígena Sergio Barrios, en Tlajomulco, Jalisco, exigieron al gobierno federal esclarecer el crimen y aplicar la ley contra los culpables de la desaparición de los estudiantes.
Normalistas de Cuautla y Amilcingo, además de habitantes de las comunidades de Ahuehueyo, Tenextepango, Huesca, Jantetelco y Tepoztlán, y estudiantes de la UAEM en Morelos, marcharon desde la universidad a la Plaza de Armas Emiliano Zapata, en Cuernavaca.
Unos 200 ciudadanos en apoyo a los derechos humanos y madres del Grupo Amores –que buscan a sus hijos desaparecidos en Nuevo León–, se manifestaron frente al palacio de gobierno. Ahí desplegaron una manta que decía: “Desaparecidos, ¿dónde están? ¡Justicia!”, mientras que otros alzaron pancartas que denunciaban: “Están desapareciendo la juventud de México”.
En el mismo día de la inauguración del Festival Internacional Cervantino y ante turistas extranjeros, en Guanajuato alrededor de mil estudiantes y maestros de distintas escuelas y facultades, principalmente de la Universidad estatal y representantes de Amnistía Internacional marcharon desde el edificio central de la Universidad, pasaron por el Teatro Juárez y se concentraron alrededor del monumento a la Paz.
Ahí soltaron globos blancos mientras nombraban a cada uno de los estudiantes desaparecidos en Guerrero. “¿Por qué, por qué, por qué nos asesinan, si somos la esperanza de América Latina?”, corearon. “¡Gobierno fascista, que mata normalistas!” y “¡Peña, farsante, que matas estudiantes!”, repetían.
En Chihuahua, alrededor de dos mil habitantes marcharon en Ciudad Juárez y Camargo y Jiménez. En la capital, estudiantes de las normales rurales de Salaices y Saucillo encabezaron la manifestación, acompañados de defensores de derechos humanos, estudiantes de la Universidad Autónoma de Chihuahua, familias y organizaciones civiles.
“No estamos contra nadie, estamos por el bien de todos, por la defensa del normalismo rural, de estudiantes y de los derechos del pueblo”, gritaron.
En Juárez, se sumaron 26 organizaciones defensoras de derechos humanos, 30 académicos y 10 promotores culturales para enviar un mensaje de fuerza a los padres de familia de los jóvenes desaparecidos.
“Pese a que en Ciudad Juárez y en el estado de Chihuahua conocemos de cerca el dolor y la tragedia que ha traído consigo la indolencia, avaricia, y torpeza de las autoridades municipales, estatales y federales, el horror que atestiguamos en Guerrero nos indigna profundamente”, dijeron.
Estudiantes de la Escuela Normal Rural de Hecelchakán Justo Sierra Méndez, en Campeche, se concentraron en el parque principal y caminaron por el Circuito Baluartes. En el Palacio de Gobierno depositaron veladoras y pancartas con las fotos de los 43 normalistas.
Con el apoyo de representantes de organizaciones civiles, maestros de la CNTE e integrantes del Movimiento Regeneración Nacional (Morena), corearon: “Aytozi vive, la lucha sigue”, “Verde olivo, tu asesinato compañero será vengado”.
Los oradores recordaron los asesinatos de Tlatelolco y Acteal, así como los ataques del gobierno a los normalistas y exigieron un alto al terrorismo de Estado.
En Yucatán, unos 600 manifestantes, entre ellos maestros disidentes se concentraron en la Plaza Grande y en el Paseo de Montejo. Nicolás Peraza González, del Colectivo Rebelde, lamentó que tengan que suceder matanzas como la de Ayotzinapa para que la ciudadanía salga a las calles.
“Lo que estamos viviendo compañeros es solamente una parte de la política que el gobierno de Enrique Peña Nieto y de todos los de atrás, ya sean priistas o panistas, han venido haciendo”, dijo. “Dejamos que se corrompa la policía, permitimos que se corrompan los políticos que deciden nuestra vida, hemos permitido que se corrompa el ejército y ahora estamos pagando las consecuencias”, agregó.
En Querétaro, miles de normalistas y universitarios se organizaron en tres contingentes que partieron de la explana de la Universidad Autónoma de Querétaro (UAQ), del sur de la ciudad y del crucero de la avenida Universidad y Corregidora. Todos llegaron hasta el Palacio de Gobierno y a las afueras del Congreso del Estado. Ahí colocaron veladoras, leyeron los nombres de los 43 normalistas desaparecidos y aseguraron:
“Ayotzinapa nos duele como nos duele todo México, los crímenes que se han cometido contra los normalistas no pueden quedar impunes, los 43 normalistas desaparecidos deben ser encontrados vivos y a la brevedad”.
Participaron familiares de personas desaparecidas de Querétaro, quienes lamentaron la indolencia de las autoridades locales para buscar a sus seres queridos.
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