Isaín Mandujano
Proceso
TUXTLA GUTIÉRREZ, Chis. (Apro).- El Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN), el Congreso Nacional Indígena (CNI) y los adherentes a la Sexta Nacional e Internacional del movimiento zapatista refrendaron este jueves su respaldo a la lucha de los padres y normalistas de Ayotzinapa, Guerrero.
Al dar a conocer el pronunciamiento final del primer Festival Mundial de las Resistencias y Rebeldías contra el Capitalismo, los zapatistas y sus simpatizantes recordaron los más recientes trabajos y reuniones llevados a cabo los días 21, 22 y 23 de diciembre en la comunidad ñahtó de San Francisco Xochicuautla, Estado de México.
Además de las actividades el 22 y 23 de diciembre en la comunidad nahua de Amilcingo, Morelos; el 24, 25 y 26 de diciembre en el espacio del Frente Popular Francisco Villa Independiente, en la Ciudad de México.
También, los encuentros del 28 y 29 de diciembre en la comunidad de Monclova, Campeche; los días 31 de diciembre y 1 de enero en el caracol Zapatista de Oventic, y el 2 y 3 de enero en el Cideci de San Cristóbal de las Casas, en Chiapas.
En el marco de estas reuniones se dieron a conocer las diferentes luchas que libran los grupos indígenas en diversas regiones del país.
“Estas reuniones fueron crecidas con un profundo dolor que es nuestro y una rabia que es nuestra, por la desaparición y asesinato de los estudiantes de la Normal Rural Raúl Isidro Burgos de Ayotzinapa. Acto criminal que es a su vez el reflejo de la política de muerte que los malos gobiernos y los capitalistas han proyectado en cada rincón del país y del mundo, pues ellos, los que nos faltan, son nuestros desaparecidos y no dejaremos de luchar hasta encontrarlos desde lo que somos en la Sexta Nacional e Internacional, en el CNI y EZLN”, se advierte en las conclusiones.
También se señala que en las comunidades indígenas los embates del sistema capitalista se sufren con la sangre y con el dolor de sus hijos, “que son también el único futuro posible para este planeta al que llamamos Tierra”.
Los zapatistas y pro-zapatistas reiteraron que, desde las ciudades y los campos, construyen y reconstruyen, junto con las asambleas, organizaciones y colectivos, los espacios y las formas de organización y solidaridad que son capaces de contener esta destrucción capitalista que no distingue pueblos o colores.
“El dolor que se convierte en digna rabia de los familiares de los estudiantes asesinados y desaparecidos de la Escuela Normal Rural Raúl Isidro Burgos es el dolor que nos secuestró y desapareció también a nosotros, así que nunca dejaremos de luchar hasta encontrarnos, junto con el hermano o la hermana asesinados, desaparecidos, torturados, explotados, despreciados o despojados en cualesquier punto de la salvaje geografía capitalista, en cualesquier frontera del mundo, en cualesquier cárcel”, se advierte en el pronunciamiento.