Roberto Garduño y Enrique Méndez
La Jornada
México, DF. El pleno de la Cámara de Diputados confirmó esta madrugada que el gobierno federal podrá asumir el pasivo laboral como deuda, si el Sindicato de Trabajadores Petroleros de la República Mexicana (STPRM) acepta renegociar el contrato colectivo de trabajo, decisión que fue rechazada por el priísta Ricardo Aldana Prieto, quien reveló que Petróleos Mexicanos “tiene un patrimonio negativo; está en quiebra técnica”.
En su segunda intervención en tribuna en lo que va de la legislatura, advirtió que el sindicato recurrirá a instancias internacionales para defender el contrato colectivo de trabajo y, una vez que se votó la disposición, soltó: “Se están apuñalando solitos”.
Desde la tribuna, a las 2:23 horas, el tesorero del gremio petrolero cuestionó al pleno: “Uno se pregunta, yo les pregunto a ustedes, diputados, ¿están a favor de los trabajadores o en contra de ellos? Es vital saber en dónde están. Discutimos un pasivo histórico que no tiene nada que ver con el sindicato. No estamos hablando de ningún juicio, o que si el señor (Carlos) Romero (Deschamps) tiene un yate, no”.
Aldana presentó una reserva para que el gobierno asumiera la obligación del pago de las pensiones, “tomando en consideración el acuerdo que, con pleno respeto a los derechos laborales de los trabajadores”, asumieran con Pemex en la revisión del contrato colectivo de trabajo.
Sin embargo, el pleno avaló el acuerdo previo de PRI, PAN, PVEM y Panal, que condiciona a que tanto Pemex como CFE alcancen un acuerdo para modificar sus respectivos contratos colectivos de trabajo y los sindicalizados acepten emigrar del sistema de pensiones solidarias al de cuentas individuales. Pero esto último fue rechazado por Aldana Prieto.
Defendió que el sindicato no es responsable del pasivo laboral al que, reprochó, contribuyeron con un repunte de 20 por ciento los gobiernos de Vicente Fox y Felipe Calderón.
“No perjudican al sindicato, perjudican al país”, reclamó.
“Hoy presentan una reforma a la Ley de Presupuesto, en donde quieren establecer condiciones para que los trabajadores y su sindicato negocien, a través de una ley que no es laboral, y que violenta el artículo 123 de la Constitución y las disposiciones de la Organización Internacional del Trabajo y la reforma que aprobamos aquí, que el Constituyente ratificó, que es el respeto irrestricto a las negociaciones laborales y a los trabajadores”, indicó.
Ahora esa reforma a la Ley Federal del Trabajo, la primera del sexenio de Enrique Peña Nieto, “se les está olvidando. Qué lamentable que estemos buscando cómo negociamos un asunto únicamente laboral. No tiene nada que ver con esta legislación”, alegó.
Sostuvo que es momento de resolver un pasivo que se dejó crecer en los gobiernos del pasado porque no se canalizaron recursos para el fondo de pago de pensiones y jubilaciones.
En ese punto, señaló que frente a otras empresas trasnacionales, Pemex enfrenta una realidad adversa ahora que se abre a la competencia.
Refirió: “Exxon tiene ventas por 420 mil millones de dólares y sus activos valen 400 mil millones de dólares. Royal (Dutch Shell) vende 467 mil millones de dólares y sus activos valen 213 mil millones de dólares. Y así muchas otras. Pemex vende 122 mil millones de dólares y tiene un patrimonio negativo, es una empresa en quiebra técnica y le cobran 120 por ciento de impuestos. Esa es la realidad”.