Gabriela Hernández
Proceso (Imagen de archivo)
PUEBLA, Pue., (proceso.com.mx).- El Movimiento por la Alternativa Social (MAS) denunció que la administración estatal operó para tratar de boicotear la marcha que organizaron distintas agrupaciones el domingo pasado para exigir juicio político contra el gobernador Rafael Moreno Valle.
El dirigente del MAS, Marco Antonio Mazatle, denunció que la administración estatal hostigó a agrupaciones sindicales, amenazó a los trabajadores, suspendió algunas alimentadores de transporte público y obstaculizó la llegada de contingentes que procedían de las sierras Norte y Negra, así como de la Mixteca.
Pese a ello, destacó que la marcha logró reunir aproximadamente a 12 mil poblanos que llegaron por propio pie a los puntos de reunión y que con carteles y mantas elaboradas por ellos mismos pusieron de manifiesto su repudio al gobierno represivo que ha impuesto Moreno Valle en Puebla.
Mazatle señaló que tenían informes de que incluso los burócratas estatales y municipales fueron amenazados con que si acudían a la marcha, el lunes se quedarían sin trabajo.
En el caso específico del Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores de Puebla (ISSSTEP), indicó que incluso enviaron una circular para advertir a los burócratas que se abstuvieran de participar en la manifestación.
A los empleados del ayuntamiento les advirtieron que el gobierno estatal tomaría fotografías en la marcha y que si se les identificaba como participantes habría consecuencias.
El gobierno operó para intimidar a agrupaciones populares cuyos dirigentes tienen algún antecedente u orden de aprehensión pendiente. En el caso de los trabajadores de BUAP, también se asegura que se ejercieron presiones por parte de rectoría.
Aparte, la cámara de monitoreo que se encuentra en el zócalo fue desactivada justo antes de la marcha para evitar que por internet se pudiera observar la cantidad de personas que participaron.
Ricardo Jiménez, vocero del MAS, relató que grupos de manifestantes de distintos municipios de la entidad ya tenían contratado el servicio de camiones y microbuses para trasladarse y de último momento les fue cancelado el transporte.
Además, como ya se había denunciado el domingo, el gobierno estatal colocó retenes policíacos en la Vía Atlixcayotl y en la carretera a Amozoc, entre otras vías de comunicación, e impidió la entrada a Puebla de algunos autobuses con contingentes que se dirigían a la marcha, bajo el argumento de que les hacía falta documentación.
Incluso, dejaron de circular los camiones alimentadores del Metrobús que llegan hasta Santa Clara Ocoyucan, Santa Isabel Cholula, y pueblos de San Andrés.
En ese sentido, lamentaron las declaraciones del gobernador Moreno Valle en el Distrito Federal, en relación a que la protesta en su contra “no tuvo mayor trascendencia social” y sólo fue “una cuestión de políticos”.
“El gobernador ha perdido la brújula y la visión política, la movilización de poblanos ‘de a pie’ demuestra que la crisis y los visos de ingobernabilidad en Puebla ya que las diversas problemáticas no han podido ser resueltas en mesas de diálogo”, expresó Mazatle.
De hecho, mencionó que la movilización del domingo se distinguió porque no puede ser adjudicada a una agrupación política, sindical o cívica, ya que en ella los principales protagonistas fueron los ciudadanos que se sienten agraviados por la actuación del gobierno de Moreno Valle.
“La movilización de este domingo no se veía desde 2006, cuando los poblanos repudiaron al gobierno de Mario Marín Torres, que protagonizó un escándalo por encarcelar a la periodista Lydia Cacho”, refirió.