Paula Carrizosa
La Jornada
Reunidos en el local de la sección 21 del Sindicato de Trabajadores Ferrocarrileros, hijos y viudas de ex trabajadores del gremio, así como jubilados, exigieron a su líder sindical local, Pedro Dionisio Valentín, el pago inmediato de su seguro de vida.
Ello, porque dicho pago –que va de los 50 a 100 mil pesos– ha dejado de ser cubierto desde febrero de 2012 con la excusa de que se han agotado los recursos del Fideicomiso de Previsión Obrera, un fondo compuesto por alrededor de 3.5 millones de pesos manejado por el gobierno federal a través de Nacional Financiera (Nafin) y por el Sindicato Nacional de Trabajadores Ferrocarrileros, dirigido por Víctor Flores Morales, a quien acusan de manejarlo con opacidad.
Denunciaron que tan solo en Puebla son alrededor de 100 personas las que no han recibido este pago, pese a que siguen pagando sus cuotas sindicales y su seguro de vida. “Que no le echen la culpa a Nafin, es el mismo sindicato que vació las arcas pese a que al mes recibe de nosotros dos millones 893 mil 440 pesos de nuestras cuotas, sin que estemos recibiendo el pago y se nos cierren las puertas de nuestro sindicato”, dijo don Rubén.
El ex trabajador ferrocarrilero desmenuzó la cifra: “Si al mes 33 mil trabajadores a nivel nacional dan 45. 94 pesos como pago de su cuota, se obtienen un millón 516 mil 20 pesos, a los que habrá que sumar el millón 893 mil 440 pesos que también de manera mensual se obtienen por el seguro de vida”.
El mismo don Rubén cuestionó que para qué siguen pagando esa cuota si los familiares de sus compañeros fallecidos no reciben el pago correspondiente.
Por ello, expuso cuatro exigencias: el pago inmediato de los seguros; que se efectúe una auditoría a nivel federal partiendo de las oficinas centrales en el Distrito Federal para saber qué fue de los 345 mil 900 pesos del fondo original; que se aclare cuál ha sido el destino de los intereses que han tenido sus aportaciones en estos dos años, y que el sindicato nacional y los locales se hagan responsables de que no existan los fondos suficientes.
“Estamos pidiendo lo razonable: qué se nos explique que se hace con nuestro dinero, qué pasa con nuestras cuotas mensuales y porqué ese dinero no ha ido a parar al fideicomiso”, concluyó el septuagenario.
Otro de los jubilados señaló que es “lamentable que las viudas de nuestros compañeros tengan que venir a arrastrarse por el dinero”, sabiendo que de no arreglarse la situación, sus esposas e hijos podrían pasar por lo mismo.
“No tenemos para cuando se resolverá el problema. El secretario nacional nos dice que será pronto, pero para notificarnos de la situación tuvieron que pasar 10 meses. He llamado a cinco números distintos de la ciudad de México y ninguno da respuesta, me mandan aquí a la sección, y tampoco la hay”, externó otro jubilado al micrófono.
En su oportunidad, una mujer joven propuso que el millón 500 mil pesos que se obtienen por las cuotas mensuales a nivel nacional, se vayan pagando los seguros de vida que se deben, armando un nuevo fideicomiso.
Lamentablemente, como señaló otro hombre joven, hijo de un ferrocarrilero fallecido al que le deben el pago, “seremos nosotros los que resolveremos la situación ante la ineficacia de nuestro sindicato local y de nuestro líder que es de escritorio”.
Incluso, denunció que algunos de los jubilados que han armado una comisión han recibido amenazas telefónicas, hecho del que hizo responsable al propio Pedro Dionisio Valentín. Por último, señaló que, de ser necesario, en coordinación con las otras 39 secciones sindicales irán a protestar a la capital del país para se cumpla el pago de sus seguros de vida.
