Diana Jiménez
E-Consulta
El ex juez local Enrique Romero Razo presentará quejas ante Amnistía Internacional y el Centro de Derechos Humanos Miguel Agustín Pro Juárez (Prodh), luego que el pasado viernes fuera asaltado por un comando armado que le robó información personal y de asuntos jurídicos, de lo cual responsabilizó al gobierno del estado.
En rueda de prensa, donde se le notaban las lesiones en su rostro, señaló que estos hechos fueron un mensaje claro de la administración morenovallista, aunque aseguró que no se va a dejar intimidar.
Dijo que teme por la seguridad de sus dos hijos, ya que son menores de edad, por lo que solicitó protección para los niños al procurador de Justicia del estado, Víctor Carrancá Bourget, a quien también le pidió que se haga la investigación del robo y se capturen a los delincuentes.
En ese sentido, también solicitó el apoyo del presidente de la República, Enrique Peña Nieto, y sostuvo que el caso lo llevará a la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN).
Explicó que este incidente se deriva del juicio de amparo que promovió contra el Tribunal Superior de Justicia (TSJ), luego que en 2011 lo removiera de su cargo, por incurrir en «conductas graves» al favorecer presuntamente a Ricardo Henaine Mezher durante un juicio mercantil.
Ante la insistencia del TSJ por destituirlo, el abogado promovió dos amparos y el último le fue concedido el pasado mes de julio por el Juzgado Séptimo de Distrito.
Romero Razo denunció que, durante estos juicios, el gobierno del estado intervino a través de influencias en el Poder Judicial Federal y del ex secretario de Asuntos Jurídicos, Juan Pablo Piña Kurczyn, para que se le negaran los amparos.
Por esa razón, culpó al TSJ, a Juan Pablo Piña y al gobernador Rafael Moreno por lo que pudiera sucederle a él y su familia.
El afectado relató que el pasado viernes por la noche, al llegar a su vivienda ubicada en la colonia El Ángel, los cuatro delincuentes ya lo estaban esperando dentro del inmueble, por lo que al percatarse de que había llegado, lo recibieron a él y a su acompañante con palabras altisonantes, los jalaron hacia el interior y los tiraron al suelo bocabajo.
Al ver que los maleantes estaban revisando y manoseando a la mujer, Romero Razo intentó defenderla y le dio una patada a uno de ellos, pero todos se le fueron encima propinándole un cachazo en la cabeza, patadas, golpes en la cara y el resto del cuerpo.
