Norma Trujillo Báez
La Jornada
“De norte a sur, de este a oeste, la lucha sigue y sigue” se escuchaba en cada una de las multitudinarias y sorpresivas concentraciones que iniciaron el primer día del mes de septiembre de 2013, por primera vez los maestros de todo el estado habían salido a las calles a protestar contra la reforma educativa y la Ley del Servicio Profesional Docente, a un año de esas movilizaciones una gran parte de maestros sigue inconforme, otros consiguieron canonjías, crearon sindicatos, movimientos y grupos, aunque algunos ya ganaron su amparo, la reforma sigue en marcha con errores.
La calle de Enríquez se tapizó del magisterio espontáneo que venía desde la Huasteca hasta la sierra sur, de aquellos rincones en donde no existen aulas dignas para sus alumnos, o como el maestro Francisco Ramírez, de Benito Juárez, expuso que allá hay telesecundaria sin tele y sin luz y allí frente a palacio de gobierno le reclamaban al gobierno los bajos salarios que tiene una mayoría de los maestros, los que están dentro de un salón de clases y así daba la espalda a los maestros veracruzanos y apoyaba la reforma educativa y sus leyes secundarias.
Allí no había líderes, se quitaron las siglas sindicales, repudiaron a sus líderes, ya que habían abandonado a los miles de maestros y aceptaron la reforma educativa. Las manifestaciones iban creciendo, mientras que con una estrategia de comunicación social del gobierno estatal, el tema despareció de páginas de Internet, de periódicos, noticieros radiofónicos y televisivos, y en el mejor de los casos se hablaba de concentraciones de 100 personas. Por ello fue una constante escuchar “prensa vendida, prensa comprada, cuéntanos bien”.
Fue el 4 de septiembre : “Mexicanos al grito de guerra…”, entonaron el himno nacional mexicano más de 20 mil maestros que llegaron a Xalapa desde distintas partes del estado de Veracruz para protestar contra la reforma educativa, “todos somos maestros “, y allí acordaban ”iniciar el paro nacional” para que se les respetaran sus derechos laborales.
Ese día pedían diálogo con el gobierno estatal, pero no fueron atendidos, fue en esa concentración en donde los pocos líderes que habían estado en las dos concentraciones anteriores se habían retirado de la protesta, muy notable fue el caso del dirigente del Sutsem, Ricardo Diz Herlindo, la ausencia hizo que los maestros los llamaran “traidores, vendidos”, lo mismo ocurrió con sindicatos chiquitos del estado y más repudio alcanzó el dirigente de la Sección 32 del SNTE, Juan Nicolás Callejas Arroyo, quien retó que demostraría su fuerza haciendo una concentración masiva opuesta, a la que apenas llegaron 20 maestros.
Ese 4 de septiembre fue cuando se integró el Consejo Magisterial Veracruzano, cada sector (preescolar, primaria, secundarias, bachilleratos, telesecundaria y telebachilleratos) designó un representante. Era un colegiado, para que se tomaran acuerdos y direcciones del movimiento magisterial, mismo que ante intereses personales de algunos docentes y otros por ingenuidad fueron llevados a mesas de negociación por parte de funcionarios del gobierno estatal con legisladores locales, en donde nunca hubo acuerdos que favorecieran a los maestros, algunos fueron favorecidos con copiadoras, computadoras y hasta ahí llegó su lucha.
A esas alturas los líderes del SNTE 32, del SNTE 56, del Sutsem y de Setse habían sido rebasados y se declaraba alerta roja, “Oaxaca aguanta, Veracruz se levanta”, gritaban los miles de maestros, también había consignas contra el presidente de México, Enrique Peña Nieto, por la evaluación que sometería a los docentes. “Si Peña reprueba, también se queda afuera; sueldo de profesor para el gobernador; gobierno, entiende, la base no se vende”.
Los cuatro temas: ingreso, promoción, reconocimiento y permanencia en el empleo magisterial son ahora “condiciones administrativas y dejan de ser derechos laborales; otorga facultades al secretario de Educación Pública Federal para estar por encima de la soberanía de los estados de la República y autorizar a los gobernadores lineamientos en los cuatro temas; asimismo permite al Instituto Nacional para la Evaluación de la Educación (INEE) imponer y autorizar, por encima de la soberanía de las entidades federativas, lineamientos a todo tipo de autoridades educativas y organismos descentralizados para la evaluación de los cuatro temas; desaparecen los nombramientos de base para quienes ya los tienen y para los de nuevo ingreso. Esos son aspectos por lo que los maestros están inconformes.
Así iniciaron paros de labores, en donde la Secretaría de Educación empezó a aplicar los reglamentos y descuentos a los maestros, empezaron los hostigamientos y mientras más crecía la protesta, operadores de la Sección 32 llegaban con nómina en mano para ofrecer adelantos de quincena. Pero la desobediencia hacia su dirigente estaba dada y no aceptaron.
Sin embargo, bastaron unos días para que el primer Consejo Magisterial Veracruzano se desintegrara porque unos de los maestros por ingenuidad y otros por sacar ventajas personales accedieron al diálogo con los legisladores locales para que les solucionaran su problema, en donde no hubo avance alguno.
Entonces surgió el Movimiento Magisterial Popular Veracruzano (MMPV), con más forma, pero nuevamente la división llegó, ya que hubo infiltrados del gobierno, algunos del MMPV se fueron a la toma de sindicatos, otros se integraron al plantón permanente que sostenía la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) en México.
Los que se fueron a ocupar los sindicatos con el tiempo son los que crearon el Sindicato Único de Maestros (SUMA), también fueron surgiendo grupos con muy poca representación, en donde también han logrado colarse como “comisionados” para poder atender su lucha y ya no están en funciones frente a grupo.
Así la reforma avanza sin cambios y con errores, aun cuando desde el 12 de septiembre de 2013 ya no tendrían que cobrar los comisionados, la lista en Veracruz se ha ampliado, asimismo ha pasado la primera evaluación para acceder a una plaza de maestros llena de irregularidades, en donde aspirantes a una plaza de preescolar tuvieron que resolver un examen del nivel de telesecundaria, en donde también se reflejó que el INEE no capacitó a los aplicadores.