Redacción La Jornada
El Partido del Trabajo (PT) en Sonora denunció que la presa que el gobernador Guillermo Padrés mandó construir en su rancho Pozo Nuevo –en el municipio de Arizpe– almacena en este momento 10 millones de metros cúbicos de agua, suficientes para dotar del líquido durante dos meses y medio a Hermosillo, y que la construcción de una cortina de esas dimensiones habría costado más de 170 millones de pesos, cuando el mandatario declaró –en documentos patrimoniales– que la propiedad tenía un valor de 5 millones de pesos.
Los petistas entregaron un documento con fecha 4 de julio del 2011, expedido por el ingeniero Luis Flores Vásquez, con cedula profesional 1515158, donde Guillermo y Miguel Padrés Elías certifican ante la notaría pública número 60 de Cananea que el rancho Pozo Nuevo tenía un valor de 5 millones 9 mil 828.97 pesos y que este documento fue parte de la declaración patrimonial de Guillermo Padrés como senador, cuando fue presidente de la Comisión de Agricultura.
El 5 de septiembre de 2014, en el noveno congreso ordinario del Partido del Trabajo, la delegación PT Sonora sometió a dicho congreso un resolutivo donde se denuncia al gobernador Padrés por “tramposo y corrupto”.
El congreso acordó someter por parte de la fracción parlamentaria del PT, tanto del Senado como en el Congreso, un punto de acuerdo para integrar una comisión legislativa que investigue “si el gobernador Guillermo Padrés y su hermano Miguel utilizan a sus hijos menores de edad para lavar dinero o en su caso demuestren fiscalmente cómo el rancho de su propiedad pasó del 5 de julio de 2011 de tener un valor de 5 millones 9 mil 828.97 pesos, a contar con una cortina de presa hidráulica de 170 millones de pesos de ilegal construcción y una siembra establecida de 350 hectáreas de nogal con un valor aproximado de 262 millones 500 mil pesos, que suman en total 432 millones 500 mil pesos”.