Fermín Alejandro García
La Jornada
La demanda de varias organizaciones populares para que se vuelva a municipalizar el agua potable en Puebla, luego de que este año entró en vigor una opaca y abusiva privatización de este servicio público, ha hecho eco en algunos regidores de la capital, entre ellos María de los Ángeles Ronquillo Blanco, situación que ya le costó una amenaza velada de que se retira de ese tema o habrá una revancha contra su madre, la priista Marina Blanco Casco, quien enfrenta en el Congreso local un proceso administrativo por problemas con sus cuentas públicas de cuando fue directora del ahora extinto Instituto de Artesanías e Industrias Populares del Estado.
Cuentan que un día la regidora Ronquillo Blanco, quien llegó a ese cargo al ser postulada por el PRD, se encontró con la diputada local Patricia Leal Islas, quien forma parte del círculo más cercano al gobernador Rafael Moreno Valle Rosas, y primero, en un tono cordial, pero firme, la habría dicho:
“No sabes en lo que te estás metiendo”, mencionó, al indicarle que ya se habían enterado en el grupo morenovallista que la regidora ha participado en reuniones de la Asamblea Estatal del Agua y que mantiene comunicación con los dirigentes de esa organización, la cual ha sido la principal agrupación que ha sostenido una lucha legal y social en contra de la privatización del agua potable.
Ante la reacción de Ronquillo Blanco de que no entendía la molestia, pues en su papel de regidora debe atender cualquier demanda ciudadana, la legisladora, en un segundo momento, con tono molesto y enérgico, le habría advertido, palabras más, palabras menos:
“Lo único que vas a provocar es que compliques la aprobación de las cuentas públicas de tu mamá”, según narró una fuente cercana a la regidora.
Ronquillo se volvió a defender y le contestó que está segura de que están limpias las cuentas públicas de su progenitora, que el asunto del agua no tiene nada que ver con el tema de la fiscalización del Congreso, y que su madre le enseñó a defender con convicción sus ideas, y por tanto se seguirá interesando en el tema de la protección del servicio hídrico de la capital, sin fijarse en las consecuencias políticas.
La platica entre ambas mujeres terminó cuando Patricia Leal se retiró y le dijo que estaba advertida.
Dicho de otra manera, el mensaje de la diputada es que buscarán que la regidora deje de tocar el tema del agua o de lo contrario llevarán hasta el plano penal los problemas que Marina Blanco Casco enfrenta con sus cuentas públicas.
Blanco Casco fue una poderosa dirigente de la Confederación Nacional Campesina en el sexenio de Mariano Piña Olaya, y luego en los años siguientes fue una operadora política cercana a Mario Marín Torres, razón por la cual en el sexenio pasado asumió la dirección del Instituto de Artesanías e Industrias Populares del Estado de Puebla, en donde siempre se mantuvo con un bajo perfil.
El pasado 17 de junio el Congreso local inició un procedimiento contra María de los Ángeles Marina Blanco Casco por sus cuentas públicas correspondientes al año 2010 y por 46 días de gestión que tuvo en 2011, en un periodo que fue del 1 de enero al 15 de febrero.
Hasta ahora se ignora el monto observado en ambas cuentas, pero se conoció que respecto al año 2010 se le detectó que no entregó al Congreso la copia de la nómina del Instituto de Artesanías e Industrias Populares y no se comprobaron algunos egresos, mientras que en el ejercicio de 2011 los estados financieros no coinciden con los registros contables.
En general no parecen ser faltas tan graves, pero queda claro que Marina Blanco Casco está en riesgo de ser una nueva víctima de la intolerancia morenovallista.