- Exigen indagar cuantiosas inversiones en el rancho del mandatario sonorense y familia
- En los 10 años recientes la propiedad ha cambiado constantemente de razón social y socios y ha multiplicado aceleradamente su valor, señalan
- Financiera Rural la valuó en $99 millones
Ulises Gutiérrez Ruelas
La Jornada
Hermosillo, Son. Integrantes del Movimiento No Más Impuestos en Sonora, también conocidos como Malnacidos, presentaron este lunes una denuncia ante la Procuraduría General de la República (PGR) contra el gobernador panista Guillermo Padrés Elías por enriquecimiento ilícito.
En un comunicado, el grupo, que el año pasado organizó protestas multitudinarias contra la administración estatal por la aprobación de una serie de impuestos locales, explicó:
“Ante el evidente enriquecimiento ilícito y la enorme inversión que se ha hecho en los últimos cuatro años en el rancho Pozo Nuevo de Padrés, que pertenece al gobernador Guillermo Padrés Elías y familia, los voceros del movimiento Malnacidos presentaron ante la PGR una denuncia por operaciones con recursos de procedencia ilícita, en agravio de la sociedad sonorense y quienes más resulten”.
Rebeca Villanueva y Luis Miguel Vargas, portavoces del movimiento, acudieron a la Unidad Especializada en Análisis Financieros de la PGR. Ahí expusieron que, según documentos de notarías públicas y otros proporcionados por la propia familia Padrés, en los 10 años recientes el rancho de más de 3 mil hectáreas ha cambiado de manera constante de razón social, accionistas y dueños, entre ellos los hijos del mandatario.
“Lo más irregular se dio en enero de 2011, cuando se cambió la razón social a Héctor J. Padrés SA, con un capital social de 100 mil pesos”. Los integrantes de la sociedad, los hermanos Guillermo, Miguel y Héctor Padrés Elías, tenían cada uno 33.33 por ciento de representación, indicó la integrante del movimiento.
Agregó que en septiembre de 2011 la sociedad anónima compró a la misma familia el rancho Pozo Nuevo de Padrés, valuado por un perito de Cananea en cinco millones de pesos, y en noviembre del mismo año adquirieron el predio El Derrumbadero, por cinco millones de pesos.
“¿Cómo es posible que en 10 meses la familia Padrés adquiera predios de más de 10 millones de pesos con una sociedad anónima creada 10 meses atrás con un capital de 100 mil pesos?”, preguntó Rebeca Villanueva.
Acotó que en junio de 2014 los propietarios del rancho solicitaron un crédito refaccionario de 24 millones de pesos a Financiera Rural, y ofrecieron en garantía prendaria los predios Pozo Nuevo y El Derrumbadero, los cuales fueron valuados por Financiera Rural en alrededor de 99 millones de pesos.
‘‘¿Cómo pueden el gobernador y su familia lograr tal productividad y dinero en su rancho en tan poco tiempo, mientras las finanzas de Sonora se encuentran colapsadas, con faltantes de miles de millones de pesos, que se reflejan en la falta de servicios primordiales para los sonorenses?”, preguntó a su vez Luis Miguel Vargas.