«Fueron los granaderos de Moreno Valle los que lesionaron a mi hijo», ratifica madre de niño herido en Chalchihuapan

Patricia Méndez
E-Consulta

“La culpa de las lesiones es del gobernador Rafael Moreno Valle y de sus granaderos”, sostiene Elia Tamayo Montes, madre del menor que fue herido de gravedad con una bala de goma durante el enfrentamiento que pobladores de San Bernardino Chalchihuapan y policías estatales protagonizaron el pasado nueve de julio, pues señaló al gobierno del estado como el responsable de los hechos.

FOTO: La Jornada
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Tamayo Montes, cuyo hijo se debate entre la vida y la muerte, así como pobladores de esa junta auxiliar, negaron este martes que hayan provocado el choque, como lo acusó la administración estatal, y narraron a e-consulta cómo los efectivos comenzaron la agresión durante la protesta que efectuaron hace una semana.

A siete días de distancia de los hechos violentos que marcaron a Chalchihuapan, los pobladores temen que la organización Antorcha Campesina inicie una revuelta para destituir de la presidencia auxiliar de esa comunidad a Javier Montes –quien abandonó la comunidad, pues existe una orden de aprensión girada en su contra– e imponer en el cargo a Adrián García Montes.

Si el gobernador hubiera atendido el problema, nada hubiera pasado

La madre del menor José Luis Alberto Tehuatlie Tamayo, quien fue herido durante el enfrentamiento que se registró mientras elementos de Seguridad Pública disuadían el bloqueo de la autopista Puebla-Atlixco el pasado miércoles, acusó al gobernador Rafael Moreno Valle de ser el responsable de los hechos, pues aseguró que si el mandatario hubiera atendido las demandas de los habitantes en vez de ordenar una agresión, nada habría ocurrido.

Atónita por el estado de salud en el que se encuentra su hijo pero lúcida para recordar los hechos, Tamayo concedió una entrevista a e-consulta en la que no dudó en responsabilizar al gobierno del estado de la agresión que el menor sufrió con una bala de goma, pues rechazó que la lesión haya sido provocada por un cohetón lanzado por sus “paisanos” -como llamó a los pobladores-, tal y como lo señaló el secretario de Gobierno Luis Maldonado Venegas http://e-consulta.com/nota/2014-07-15/seguridad/pobladores-de-chalchihuapan-se-lesionaron-con-sus-cohetones-sgg.

“Todo está mal, la culpa es de él (del gobernador Rafael Moreno Valle), si él se hubiera presentado en el momento que se estaba necesitando, no hubiera pasado todo esto que está pasando con mi hijo, yo digo que él de la culpa es de él y de sus granaderos porque esos fueron los que estuvieron agrediendo”, declaró.

Cabe recordar que mediante el bloqueo de la autopista Puebla-Atlixco, los pobladores de Chalchihuapan protestaron contra el retiro de los servicios del registro civil que concretó el gobierno estatal, lo que provocó que decenas de efectivos acudieran al lugar para disuadir la manifestación y, amparados en la llamada Ley Bala, se enfrentaron con los quejosos.

A una semana de distancia de los hechos, Maldonado Venegas emitió un posicionamiento sobre el asunto, en el que responsabilizó a los pobladores de iniciar el enfrentamiento al utilizar bombas molotov, tubos de PVC, cohetones y “piedras de gran calibre”.

Sobre el señalamiento del gobierno estatal, la madre del menor herido deslindó de los hechos a los pobladores y exigió al mandatario estatal brindar la atención médica necesaria a su hijo.

-¿Cuál es su exigencia a las autoridades?, se le cuestionó.

-Como él (Moreno Valle) provocó esto, pues ahora que cumpla con los requisitos que necesita mi hijo y es todo. Asimismo, les pido que por favor suelten a mis paisanos porque ellos no son culpables, los culpables ellos y sus granaderos solamente, respondió.

Elia Tamayo refirió que hasta ahora los médicos que atienden al menor no le han informado con certeza el estado del mismo, sin embargo, señaló que un grupo de mujeres solidarias se mantienen en las instalaciones del Hospital General del Sur, en donde se encuentra José Luis Alberto, para estar atentos a la salud del mismo.

Les dijimos que íbamos en son de paz pero empezaron a marchar

Pobladores que atestiguaron el enfrentamiento, quienes por condiciones de seguridad pidieron el anonimato aunque sus testimonios mantiene en resguardo e-consulta, narraron que a pesar de que avisaron a los elementos de Seguridad Pública que su protesta era “en son de paz”, los uniformados empezaron a marchar y a subir al puente que se encuentra en el lugar del bloqueo a fin de iniciar la agresión.

“Cuando yo los vi, todos los granaderos estaban arriba, empezaron a aventar cosas, parecía lluvia lo que aventaban desde un helicóptero azul”, señaló una de las habitantes, al contar que insistieron a los granaderos en que la protesta era pacífica.

“Una señora habló y les dijo: venimos en paz, ¿ustedes no tienen hijos, esposa? piensen que también les puede pasar, si no vamos a tardar (en la autopista), pero empezaron a marchar y aventar gases y balas de goma”, abundó.

Este martes el secretario de Gobierno de Puebla dijo que antes de hacer uso “únicamente de gases lacrimógenos”, los funcionarios estatales intentaron el diálogo con los quejosos.

Cuando le pegaron a un niño, la gente se enojó y aventó piedras

Los testigos rechazaron que un cohetón haya causado la lesión en el cráneo que sufrió José Luis Alberto Tehuatlie, pues aseguraron que fue una bala de goma “perdida” lanzada por los elementos de Seguridad Pública la que causó el daño.

Explicaron que la agresión al menor de edad enfureció a los pobladores, quienes huían de los granaderos, pero al ver al niño en el piso decidieron retornar para enfrentar a los efectivos con piedras.

En defensa del gobierno del estado, Maldonado Venegas señaló que las piedras eran de “gran calibre”.

Los pobladores añadieron que a menos de 500 metros del lugar de los hechos se encuentra el bachillerato “Emiliano Zapata” y la primaria Ricardo Flores Magón, sin embargo a los efectivos no les importó que al momento del enfrentamiento los niños salieran de dichas aulas.

A siete días de los hechos, el miedo permeó entre la población de Chalchihuapan. A los habitantes los aqueja el temor a ser detenidos, los aqueja el miedo de no ver a sus familiares arrestados, los aqueja la incertidumbre.

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