A prisión «preventiva» (O SEA A QUE APRENDAN PEORES MAÑAS) sólo dos de los cinco asesinos del niño Christopher

Es sabido que los centros de readaptación juvenil de este país son verdaderas escuelas para criminales. Mientras no limpiemos a las instituciones, secuestradas por asesinos, todo el sistema institucional mexicano estará podrido y corrupto. Sentenciar a un joven a prisión preventiva acaba haciendo más daño a la sociedad. Y la culpa es de la sociedad misma, por no reaccionar.

Patricia Mayorga
Proceso

CHIHUAHUA, Chih., 21 de mayo (apro).- El juez especializado en justicia para adolescentes, Francisco de León Merino, no vaciló para formular cargos a los cinco adolescentes implicados en la muerte de Cristopher Raymundo Márquez Mora, de seis años de edad, el pasado fin de semana.

A dos de ellos, Jorge y David, de 15 años, les dictó prisión preventiva, por lo que fueron canalizados al Centro de Internamiento Especializado para Adolescentes. El resto –Lety y Valeria, de 13 años e Irving, de 12–, quedaron bajo la custodia del DIF estatal. Lety es una indígena rarámuri.

La defensa de los menores inculpados, Juan Carlos Cárdenas, el litigante puesto por la producción de Laura Bozzo, solicitó la duplicidad del plazo para que se resuelva la situación jurídica de los menores, por lo que la audiencia de vinculación a proceso se desahogará el próximo martes 26 de mayo.

Por tratarse de menores infractores, la audiencia se llevó a cabo de manera casi privada. No se permitió el acceso a la prensa. Sólo estuvieron presentes familiares, abogados y el fiscal.

La abogada rarámuri Rosa Moreno apoya en la traducción a Lety, de 13 años, por tratarse de una indígena.

En la diligencia, que consumió casi cuatro horas, el Ministerio Público solicitó la pena máxima permitida por la ley para los cinco imputados.

De acuerdo con el Supremo Tribunal de Justicia (STJ), Tania Concepción Mora Alvarado, la madre de Cristopher, no asistió a la actuación judicial.

Los adolescentes llegaron en dos camionetas cerradas de la Fiscalía General del Estado, custodiadas por otras camionetas Pick Up.

La mamá de David fue quien denunció el hecho luego de que semanas antes intentó ahorcar a su hermano menor. La señora pidió apoyo psicológico, lo llevó a terapias y luego se dio cuenta de lo que había hecho en complicidad con los otros cuatro adolescentes.

Tania Mora llegó a la audiencia antes de las 10 de la mañana, acompañada del abogado de la producción de Laura Bozzo. Antes de ingresar a la Sala, la madre de Cristopher aseguró que estaba nerviosa. Minutos más tarde salió de la audiencia, no se pudo contener y gritó a los adolescentes que mataron a su hijo y que no había visto desde que la acompañaron a buscarlo, interrumpió la audiencia de manera continua y le pidieron que abandonara la sala 17, de acuerdo con policías procesales.

A través del abogado de la producción, el programa de Laura Bozzo fue el único medio de comunicación que logró ingresar a la audiencia “privada”, hecho que fue confirmado esta tarde por la misma conductora peruana, quien confirmó que su abogado estuvo presente en la sala.

Al salir, Tania Mora compartió que sintió coraje e impotencia al ver “a los asesinos” de Cristopher, dijo que no iba a declarar nada más, sólo desmintió que haya recibido dinero de Laura Bozzo por darle la exclusividad de la cobertura.

“Lo que quieren saber ya se los dije hace rato, a mí no me están pagando por dar declaraciones sobre la muerte de mi hijo”, aseveró.

¿Qué opina sobre quien dice que esto se está convirtiendo en un circo? cuestionó un reportero de otro medio.

“El circo lo están haciendo ustedes, a mí no me están pagando para darles declaraciones, es la vida de mi hijo y creo que deben respetarla”, arremetió la señora.

Otro reportero le hizo ver que los medios sólo querían saber lo que está pasando por su radical cambio de actitud hacia ellos.

“Ya se les hizo una rueda de prensa y fue lo suficientemente clara. Entiéndame joven, acabo de ver cinco menores y traigo un coraje que no quiero dar declaraciones”, respondió sin detener su camino hacia el vehículo de Televisa.

El equipo de producción de Bozzo atribuyó a su abogado el hecho de que la Fiscalía haya pedido la pena máxima permitida por la ley para los adolescentes que privaron de la vida a Cristopher.

“Yo sólo pido justicia, para Cristopher”, aseguró la peruana.

Los agresores

La adolescente indígena no vivía con sus padres. Los vecinos no la tenían identificada como parte de la banda que se dedicaba a quemar casas.

Los otros implicados vivían en la misma calle, Cañuelas, en Laderas de San Guillermo, donde se encuentran varias casas abandonadas que ellos habían quemado y vandalizado con pintas, como “Childerns of de under world”.

Las familias de David y de los tres hermanos abandonaron su casa desde el momento en que conocieron el crimen. Los vecinos anunciaron que juntaran firmas para pedir que se vayan de esa calle, pero las familias se adelantaron.

Entrevistado antes de que se realizara la audiencia, el papá de los tres hermanos, Gregorio Carillo, aseguró que se fueron porque estaban amenazados, según les dijo una licenciada de la misma fiscalía.

Carrillo dio a conocer que el personal de la fiscalía les recomendó que se fueran para evitar situaciones violentas.

La familia abandonó su casa y también los padres de David porque ya no podían permanecer en la colonia. “No nos querían ahí, y pues estamos amenazados ahí. También los otros dos hijos”, dijo Gregorio, quien tiene cinco hijos, el mayor ya está casado y el más pequeño de once años, dice que se encuentra triste y preocupado por sus tres hermanos.

La familia Carrillo tenía un año y medio viviendo en Laderas de San Guillermo. Antes vivían en la colonia Villa Juárez.

Según los vecinos del fraccionamiento, innumerables ocasiones intentaron hablar con Gregorio y con su esposa para que pusieran un alto a sus hijos, quienes no cesaban de amenazar, quemar casas y vandalizarlas.

Gregorio dijo que no es cierto que sus hijos fueran vagos, dice que estudiaban y atribuye el vandalismo en las casas a otros vecinos.

Sobre las acusaciones que pesan en su contra en el sentido de que robaban cobre y que lo fundían en las noches, Carrillo responde:

“No, ¿el cobre?, no, nosotros eso del cobre no, pues uno trabaja, uno qué va a andar ahí”.

Por lo menos una hija de Gregorio y David, el otro adolescente imputado, fueron expulsados de la secundaria 14 de ese fraccionamiento.

Gregorio aceptó que sí expulsaron a su hija. “El otro día me la golpearon, se cayó de las escaleras de ahí de la secundaria, y luego la llevaron al Seguro y le pusieron una férula en la rodilla, castigaron a los niños que le hicieron daño, y luego después fue otra vez la niña y la agarraron dos chavalitos a trancazos, le lastimó uno la nariz y ella le decía a la directora y no le hacía caso, como tres veces la agredieron machín y al último la niña le pagaba a los niños y la expulsaron al último”.

Contó que el hijo de 15 años tiene un retraso intelectual, tiene problemas de aprendizaje, sólo acudió a la primaria y apenas iba a ingresar a una escuela especial.

“No sé a cuál, mi señora es la que andaba viendo eso, no sé a cuál escuela”.

Gregorio reconoció que David, el líder del grupo, es un niño problema.

Fuente

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