Ángel Villarino
Reforma
En cuanto a transas se refiere, la dirigencia del sindicato petrolero no tiene límites.
En declaración jurada ante una corte de Texas, Carlos Ryerson, ex abogado en EU del gremio, narró cómo dirigentes del sindicato le transaron 2.5 millones de dólares.
De un cheque en pesos a su nombre por el equivalente a 3.5 millones de dólares, sólo recibió en efectivo un millón.
Todo ocurrió en presencia del actual dirigente petrolero, Carlos Romero Deschamps, a quien el abogado recuerda contando pilas de billetes.
El testimonio de Ryerson se produjo el 12 de febrero de este año durante el proceso contra el sindicato petrolero interpuesto por la empresa Arriba Limited.
Explicó ante un tribunal cómo fue citado en el DF para cobrar los servicios prestados por su firma de abogados durante los primeros juicios de Arriba contra el gremio.
Tras hacerlo esperar tres días en un hotel, lo convocaron a una sucursal de Banamex cercana al Centro del DF el 5 de agosto de 1992.
«La gente presente en la transacción éramos González (entonces abogado en México del sindicato), sentado detrás, Carlos Romero Deschamps, y su tesorera, Alejandra Michel, en una sala en la otra esquina», dijo.
Allí le hicieron, primero, firmar para cobrar un cheque en pesos cuyo valor ascendía a 3.5 millones de dólares, parte de lo prometido por sus honorarios.
«Una de las oficinistas del banco me trajo un cheque en pesos que yo firmé, que era por una enorme cantidad de dinero (en pesos). Era el importe total, 3.5 millones, yo lo firmé y le di (a la oficinista) mi pasaporte y no sé qué más. Se fueron e hicieron fotocopias y yo esperé para cobrar mi dinero», narró.
Sin embargo, lo que le trajeron fue una «enorme suma de dinero en efectivo» por el equivalente a un millón de dólares.
Mientras, en la sala anexa se contabilizaba lo que Ryerson sugiere es el resto de la suma derivada del cheque que acababa de firmar.
«Romero Deschamps y Alejandra Michel estaban allí sentados en una sala situada en la otra esquina (…) contando dinero en efectivo», testificó.
Sobre el líder petrolero, Ryerson afirmó no haberlo vuelto a ver desde entonces.
En el transcurso del interrogatorio, el abogado explicó que, si había viajado al DF con Contalba (su compañero), fue por miedo a cargar con dinero en efectivo y para tener un testigo de lo que allí ocurrió.
Ryerson reclama al sindicato por honorarios impagados.