Patricia Romo
El Economista
Guadalajara, Jal. Las empresas constructoras de Jalisco y las que desarrollan obras en la entidad, principalmente de infraestructura carretera, están siendo afectadas por la delincuencia organizada, al ser blanco de presiones para comprar combustible robado.
Aunque el robo de maquinaria ha decrecido y en la actualidad sólo se presentan “algunos eventos aislados”, empresarios del sector ahora son víctimas de extorsión de grupos delictivos que los presionan para que les compren diésel robado.
“Sí nos lo ofrecen a precio más barato, pero es robado, y el problema es que no se trata de que quieras o no quieras, sino que te quieren obligar a comprarlo mediante amenazas y extorsiones”, denunció el presidente de la delegación Jalisco de la Cámara Mexicana de la Industria de la Construcción (CMIC), Benjamín Cárdenas.
Sin presentar cifras, dado que no todos los delitos se denuncian, el dirigente de la cúpula constructora en la entidad dijo a El Economista que el problema se presenta sobre todo en las obras foráneas, principalmente hacia las empresas que desarrollan obras carreteras.
“Se denuncia en ocasiones, pero no en todos los casos, porque sigue habiendo el temor a represalias (…) Este tipo de extorsiones se presentó apenas este año; esto no se había dado en años pasados”, indicó Cárdenas Chávez.
Cadena delictiva
Jalisco es una entidad en donde prolifera el delito de robo a ductos, lo cual ha dejado incluso sin abasto a gasolineras. De acuerdo con el Fiscal General de Jalisco, Luis Carlos, el robo de combustible es el delito que más ha crecido en Jalisco, debido a que genera mayores ganancias económicas, incluso por encima de cualquier tráfico de drogas.
“La droga la tienen que pagar y el hidrocarburo es gratis; hacen la toma, lo sustraen y no les cuesta absolutamente nada; hay más ganancia, hay más facilidad y la delincuencia está viendo en el robo de hidrocarburos una puerta de oportunidad”, manifestó el funcionario.
Destacó que desde principios de septiembre se desplegaron en Jalisco 200 elementos de la Gendarmería Nacional para reforzar labores de seguridad, entre otras, el combate al robo de hidrocarburo.
Pagos rezagados
En otro tema, el presidente de la delegación Jalisco de la CMIC denunció que continúa el rezago en el pago de obras públicas ya ejecutadas por parte del gobierno estatal y los municipales.
En el caso del gobierno de Jalisco, detalló, la deuda a las constructoras —que se viene arrastrando desde el sexenio anterior— asciende a 50 millones de pesos y aunque existe, según dijo, el compromiso de que se les va a liquidar, “ya pasaron dos años y nada”.
El presidente de la CMIC añadió que el caso más preocupante para el sector es el gobierno municipal de Zapopan, donde “hay mucha incertidumbre”.
Precisó que el gobierno municipal sigue asignando obras, pero no se han saldado las ya ejecutadas “ni conocemos el origen de los recursos ni los techos presupuestales. No conocemos el programa de inversión 2014 para obra pública”.