Redacción La Jornada y AFP
Por separado, los cancilleres de México y Uruguay coincidieron en que el roce diplomático entre ambos países derivado por las declaraciones del presidente de este último país, José Mujica quien dijo que se apreciaba que en México había un Estado fallido, está «absolutamente zanjado».
El titular de la Secretaría de Relaciones Exteriores, José Antonio Meade, sostuvo que el diferendo quedo «zanjado» tras advertir que existe un “diálogo constructivo en donde el propio presidente Mujica, el pasado domingo, hace precisiones y alcances a su dicho”.
Entrevistado durante su gira por Chile, el canciller mexicano destacó el contenido del comunicado que el domingo por la noche hizo público el presidente de Uruguay, en el que “manifiesta su solidaridad y su respeto con el gobierno de México, con su sistema político y con el compromiso claro que el gobierno de México ha manifestado en la atención de los lamentables acontecimientos ocurridos en Iguala”, subrayó Meade.
“El diálogo, insisto, con Uruguay es un diálogo fraterno. México siempre le ha expresado su solidaridad a Uruguay y en este caso concreto, en alcance a sus primeras declaraciones, el presidente Mujica, y mucho se lo agradecemos, expresó respeto, aclaró su dicho, y manifestó el respaldo del gobierno de Uruguay al gobierno mexicano, a su sistema político, y a la forma en la que estamos enfrentando ese reto”.
Al insistírsele sobre este tema el secretario de Relaciones Exteriores reiteró el hecho de que el presidente de Uruguay “matizó su dicho original para dejar absolutamente claro que en este tema (la desaparición de 43 normalistas de Ayotzinapa) hay absoluto respeto y apoyo a las instancias que el gobierno de México está llevando a cabo”.
Por su parte, su homólogo uruguayo Luis Almagro consideró que tal episodio está «superado» y aseguró que el incidente «no fue un diferendo».
La polémica con México estalló con la publicación el viernes de una entrevista de Foreign Affairs Latinoamérica, en la que Mujica calificó de «terrible» la situación de México, y aseguró que parecía que ese país fuese «una especie de Estado fallido, que los poderes públicos están perdidos totalmente de control, están carcomidos».
Mujica, quien concluye su mandato en marzo de 2015, sostuvo que la desaparición de los jóvenes se debe a la corrupción, instalada como una «tácita costumbre social».
El gobierno de México no tardó en reaccionar: emitió el domingo un comunicado con un «rechazo categórico» a esas declaraciones y citó al embajador de Uruguay en México, Jorge Alberto Delgado, para que diera explicaciones.
