Estados Unidos promueve modelos fallidos de libre mercado para después dominar países: Evo Morales

La guerra antinarco es una de sus estrategias para eliminar dirigentes incómodos.

Stella Calloni
La Jornada

Buenos Aires. El presidente de Bolivia, Evo Morales Ayma, condenó la “creación de modelos fallidos del libre mercado” con la que se ha afectado a algunos países de la región, y sostuvo la necesidad de poner en marcha una sólida unidad que supere todas las diversidades ante la ofensiva de Estados Unidos, que sin duda pretende “avanzar sobre nosotros”.

Al hablar con La Jornada, durante la reciente cumbre del Mercado Común del Sur en Paraná, Entre Ríos, Argentina, razonó que la guerra contra el narcotráfico es otra forma de que Estados Unidos entre a los países y la use para actuar contra dirigentes populares, contra los pueblos de la región. “Debe entender (Estados Unidos) que ya no somos parte de ese reparto imperial que ellos tenían con nosotros. Eso se terminó y ahora, cuando hacen terrorismo económico a los países, no hay miedo en la dirigencia. El tiempo de esos miedos se terminó. Como su guerra contra el narcotráfico, que manejan con fines de carácter geopolítico y ahora le sirve para tratar de acusar a gobiernos y acabarlos de esa manera. A mí incluso me dijeron el Bin Laden andino y nos acusaron de terroristas y narcotraficantes cuando el primer país que impulsa y al que favorece el narcotráfico es Estados Unidos.

“El gran negocio del capitalismo”

“El narcotráfico parece el gran negocio del sistema capitalista. Un país tan desarrollado, con tanta tecnología, el que más consume drogas ¿cómo no va a poder controlar el narcotráfico? Como antes mandaban asesinar dirigentes políticos o sociales y los acusaban de comunistas, de rojos, o derrocaban gobiernos que no manejaban, ahora a los presidentes y a los pueblos antimperialistas los acusan de narcotraficantes, de terroristas. Pienso que el país que impulsa el narcotráfico es Estados Unidos, un gran negocio; es el gran negocio ilegal del sistema capitalista”, expuso.

Desde hace tiempo el presidente Morales Ayma denuncia esta situación ante el mundo y sostiene que “cuando ellos terminen con ese mercado (de la droga) no habrá los que desvíen la coca para que se transforme en cocaína. No les interesa acabar con el narcotráfico, sino con nuestros campesinos, nuestros pueblos. Esa es la verdadera diferencia con nosotros”.

También Morales, al condenar las sanciones a imponerse a Venezuela (la entrevista se realizó antes de la confirmación de este hecho) por violación a los derechos humanos, sostuvo que “los mismos países que están reconociendo esos crímenes cometidos por sus soldados quieren castigar a Venezuela por defenderse. No lo vamos a aceptar en América Latina”.

Criticó duramente que Estados Unidos continúe “como si nada hubiera pasado” con su política de agresión.

Reiteró que la rebaja del petróleo provocada por Estados Unidos está dirigida a agredir económicamente a Venezuela y también a Rusia. Consideró que las presiones y sanciones económicas son utilizadas como terrorismo económico, porque fracasan en intentar golpes militares y otras formas de golpes, que han sufrido todos los países en estos años recientes.

“Olvidan que estamos en tiempos de integración y unidad de América Latina y que esta integración es un proceso liberador”, sentenció.

El presidente participó en la cumbre de la Alianza Bolivariana para los pueblos de América Latina y el Caribe (Alba) que se realizó en La Habana, Cuba, antes de su viaje a Entre Ríos.

Consideró la Alba “el grupo de integración con mayor definición política ideológica y antimperialista, respondiendo al pensamiento y la necesidad de los pueblos. Rusia quiere ser parte de la Alba; eso sería un problema para Estados Unidos. China y Rusia ofrecen toda su cooperación”.

Reflexionó, asimismo, sobre lo que sucede en el continente, donde “hemos logrado liberarnos políticamente, que es una forma de liberarnos económicamente y decidir nosotros. Ellos querían dominarnos políticamente para robarnos, pero eso terminó, ha cambiado. Querían dividirnos para dominarnos. Y nosotros nos estamos uniendo cada vez más y no dependemos ahora de las decisiones políticas que vienen del Banco Mundial o del Fondo Internacional, pero tienen otras formas nuevas de intentar dominarnos, con provocaciones, agresiones, como lo que está pasando ahora con Venezuela, o en Argentina con esos fondos buitres, que amenazan con embargos, con todo. Pero hay reacciones en nuestros pueblos y nos solidarizamos con los hermanos. Tiene que ser una solidaridad activa”.

–¿Qué más se necesita para hacer frente a estas situaciones?

–Todos estamos amenazados: la Alba, los otros procesos de integración. Estados Unidos ha fracasado en la mayoría de los golpes de Estado que intentó, en su conspiración contra los demócratas verdaderos. Ahora están en sus conspiraciones económicas, esas organizaciones no gubernamentales que trabajan todo los días contra los gobiernos nuestros. De Bolivia hemos expulsado a aquellos que estaban trabajando para dividirnos, derrotarnos, hasta para matarnos. Y en Bolivia pensamos que cuando hay esta provocación política, económica o militar, los gobiernos nunca los podemos enfrentar solos, y por eso es lo más importante la conciencia de nuestros pueblos. No hay nada que un hombre, un gobierno solo pueda hacer. Nosotros pedimos participación del pueblo, la inclusión de los que representan a los movimientos sociales, que son organizaciones de los pueblos. Si no fuera así no sería una democracia participativa, y ahí es que decimos a todos que no hay que ser ambiciosos. Algunos políticos y sectores siguen pensando en ellos mismos y no en otros, en todos, en el país. Eso también debe cambiar.

“Al servicio del pueblo”

De la misma manera, afirmó con convicción que en estos tiempos nuevos “los políticos deben estar al servicio de su pueblo, y no servirse de la política para su beneficio o intereses”.

–¿Se ha planteado una lucha cultural, una descolonización cultural?

–Es en lo que estamos avanzando en Bolivia, liberarnos, una lucha anticolonial en que avanzamos. Una educación anticolonial, una conciencia anticolonial. Creo que hay que estar siempre hablando con los pueblos y escuchando, no que sólo nos escuchen a nosotros. Tenemos que estar en todas partes. En este caso mencionamos al Mercosur, organización que ha sido atacada duramente por los medios masivos en la región.

Morales sostiene que el Mercosur avanza; hay propuestas que son muy importantes, de cambios de fondo, de ir verdaderamente al problema social. “El Mercosur debe abrirse a todos los espacios de integración. Sabemos que sin la participación de todos no podemos ser más fuertes para enfrentar las amenazas. Una participación más integral. Hay muchos ataques, hay guerras económicas, de los medios, políticas, cibernéticas, de seguridad, todo tipo de planes para nosotros. Se necesita gran unidad para toda América. Acabar con los estados fallidos del libre mercado que nos quieren imponer y que han impuesto en algunos países. Ellos hacen los estados fallidos para después dominarnos, invadirnos. Es nuestra obligación defendernos. Porque integración es liberación económica y política”.

Añade que se está logrando con las experiencias compartidas bajo una integración de la Unión de Naciones Sudamericanas, el Mercosur, la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños.

Subrayó que esta última organización es un gran avance liberador, pero que tiene sus tiempos y sus procesos, y por eso “hay que andar, marchar con los pueblos, acompañando a gobiernos para esta liberación”.

En ese camino se han producido extraordinarios y profundos cambios, como en Bolivia, país caracterizado como uno de los modelos más avanzados en la región, y que además ha resurgido de una situación colonial, que habían profundizado los gobiernos neoliberales de los años 90 derrotados por la acción popular en calles y carreteras, como Morales relata cada vez.

Las elecciones más recientes en Bolivia demostraron que el trabajo de Morales y sus equipos no sólo han avanzando en diversos terrenos sino, explicándolos a la población, va logrando unir fuerzas, algunas hasta ayer antagónicas.

Un ejemplo de esto es que en las zonas de las Tierras Bajas (Tipnis) amazónicas, desde donde habían partido algunas movilizaciones de grupos originarios, pero evidentemente vigilados por Estados Unidos, como se demostró, Morales ganó con 70 por ciento.

El constante contacto del presidente con los pueblos amázonicos, demostrando los cuidados proyectos, “ha sido entendido y nos están apoyando” ante la necesidad de esa corta carretera, única posibilidad de integrar territorialmente al país, “cuidando al máximo el medio ambiente”, en una región donde compañías extranjeras, estacionadas allí, depredadoras, estaban al frente supuestamente “de la defensa ambiental”.

Explicó que está contra el crecimiento del evismo. “No es eso, quiero que crezca el masismo y más. Estamos desarrollando una coordinación nacional por el cambio, donde está la Central Obrera Boliviana, los maestros, las cooperativas, las organizaciones nacionales, el transporte libre; participan todos. No es el poder de Evo, sino de los movimientos sociales, el pueblo, las organizaciones todas”.

No es sólo un sueño, es una decisión precisa, para el futuro de Bolivia, como “la unidad es el futuro único de América Latina”. Espera mucho Evo Morales del poder de la solidaridad y de la justicia internacional en el tema de la salida al mar de su país.

“Nuestro país nació con mar, con salida al mar. Y fuimos invadidos nada menos que por esas oligarquías de Chile y empresas trasnacionales. Tenemos el derecho frente a lo que fue injusto y esto está siendo reconocido por el mundo”.

Así como se opone a la sanciones económicas contra Venezuela, también ha salido al frente por las sanciones contra Rusia por parte de Estados Unidos y países europeos, manifestando “respeto y admiración por el presidente (Vladimir) Putin”.

Tanto Morales como los mandatarios del Mercosur en su conjunto se han definido por el diálogo “en todas las circunstancias”, contra las guerras coloniales y de la misma manera “por establecer a América Latina y el Caribe como una zona de paz” en un mundo convulsionado.

“No queremos intervenciones ni chantajes ni que nos condicionen. Espero que el presidente de Estados Unidos, Barack Obama no se equivoque”, concluyó.

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