- PRD, PAN y Morena cuestionan la inclusión de varios priístas y ex funcionarios
- PRI y PVEM defienden la determinación
- Sólo Pamela San Martín votó en contra
Claudia Herrera Beltrán
La Jornada
El nombramiento de 56 consejeros que organizarán las elecciones en ocho estados de la República provocó un encontronazo de consejeros del Instituto Nacional Electoral (INE) con representantes de PRD, PAN y Morena, por la inclusión de algunos militantes del PRI o del blanquiazul y colaboradores de gobiernos estatales.
Pablo Gómez, representante del PRD, señaló con ironía que es necesario “estar en la lista de (Marco Antonio) Baños” para ser consejero en los organismos públicos locales (Oples).
“Usted miente”, respondió el consejero Arturo Sánchez al representante del PRD. Enseguida se trenzaron en un debate.
Sánchez acusó al perredista de desacreditar al propio PRD al hacer afirmaciones sobre el poder de Baños en el INE.
Gómez reviró: “Te equivocas”, y lamentó que Sánchez –quien sonreía forzadamente– se haya sumado a las “relaciones cortesanas” en el INE.
“Están repitiendo viejos métodos, pero ahora presentados no como la imposición de un gobernador llevado al Congreso del estado, sino mediante una institución supuestamente inmaculada que está tomando las máculas de los restos monstruosos del viejo sistema político de partido de Estado”, expresó, mientras el presidente del INE, Lorenzo Córdova, torcía los labios.
PAN, PRD y Morena coincidieron en objetar a 15 de 56 consejeros aprobados para Aguascalientes, Baja California, Durango, Hidalgo, Sinaloa, Tamaulipas, Tlaxcala y Veracruz.
Tres de ellos son militantes del PRI: Rodrigo Martínez Sandoval (Baja California), Manuel Bon Moss (Sinaloa) y Tania Contreras López (Tamaulipas).
Nohemí Arguello milita en el Panal (Tamaulipas) y Laura Bringas en Movimiento Ciudadano (Durango). Otros consejeros han trabajado en gobiernos locales.
Salvo Pamela San Martín, quien votó en contra de varios nombramientos en lo particular, todos los consejeros hicieron causa común y rebatieron cada una de las objeciones presentadas por los representantes de PRD, PAN y Morena.
La defensa de las determinaciones de los consejeros estuvo a cargo de los representantes de PRI, PVEM y Partido Encuentro Social, que esta vez, ya con su registro en la bolsa, no se alió con PRD y Morena, como solía hacerlo antes de la elección.
Lorenzo Córdova defendió que los nuevos consejeros llegan mediante un concurso “sin sesgos ni deudas políticas y abierto al escrutinio público”, y consideró que los “reproches” obedecen a posiciones “extremas” de los partidos.
Voz discordante entre los consejeros, Pamela San Martín aclaró que no cuestionaba los méritos de los aspirantes, pero sí los nombramientos de quienes ya han fungido como consejeros, porque se envía el mensaje “de continuidad de proyectos políticos que fueron impulsados bajo una lógica distinta a la reforma electoral”.
El representante de Morena, Horacio Duarte, anunció que presentará una queja formal contra el consejero del INE Enrique Andrade, porque ha hablado con consejeros del estado de México para proponer a un asesor suyo como director ejecutivo del Ople.
Una y otra vez Pablo Gómez puso ejemplos de futuros consejeros que habían pasado de “panzazo” sus exámenes o que militan en el PRI, e hizo sugerencias para mejorar la integración, por ejemplo, en el estado de Hidalgo.
Francisco Gárate, representante del PAN ante el INE, insistió en que Javier Garay, designado para presidir el Ople de Baja California, favoreció al PRI en 2013 como consejero electoral y acumula 30 por ciento de inasistencias en el consejo local.
Desesperado, exclamó: “Parece que sólo ustedes son los dueños de la verdad. Nada de lo que decimos, de lo que alegamos, de lo que aportamos es considerado por ustedes. Es más, yo ya no sé si hablar. Tengo la sensación de que mis palabras son consideradas necedades”.
Pidió a los consejeros dejar a un lado la soberbia: “Al menos reconozcan que son humanos, no veo que sean semidioses; sí pueden tener alguna deficiencia, algún error”.
En respuesta, la consejera Beatriz Galindo exigió respeto.
“Aquí hay un muro de los lamentos”, insistió Duarte. Y la lista se aprobó sin cambios después de seis horas de debate.
Al cierre de esta edición seguía pendiente la aprobación de los consejeros de Tlaxcala y Veracruz.