Israel Rodríguez
La Jornada
Ante la oposición de pobladores y organizaciones no gubernamentales (ONG) que rechazan la explotación de oro en una mina a tajo abierto en Baja California Sur, Emilio Mitre Cendejas, director de Desarrollo de Zapal, subsidiaria de Invecture Group, inversionista del desarrollo Los Cardones, rechazó que vaya a tener un impacto ecológico en la región y destacó sus beneficios.
De acuerdo con opiniones técnicas que se hicieron sobre el proyecto, que fueron enviadas a la Dirección General de Impacto y Riesgo Ambiental de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), se advirtió que de autorizarse este plan minero a tajo abierto, a los 10 años de su operación la mina Los Cardones –ubicada dentro del área de amortiguamiento de la reserva de la biosfera Sierra La Laguna– habrá extraído 173 millones de toneladas de roca, 135 millones de los cuales habrán sido depositados como residuos en las grandes tepetateras del proyecto, y 38 millones habrán sido acumulados en las presas de jales en forma de sedimentos mineros saturados de solución de cianuro.
Sin embargo, Emilio Mitre, director de Los Cardones, aseguró en entrevista que “es un proyecto que incorpora tecnología de punta en todos sus procesos a fin de respetar el medio ambiente y realizar el más escrupuloso manejo y control de todos sus procesos, de acuerdo con los más estrictos estándares y en total apego a la normatividad, con lo que busca fijar el referente de industria 100 por ciento responsable”.
–¿Qué van a hacer para enfrentar la oposición de algunos sectores que no quieren este proyecto por considerarlo más perjudicial que benéfico para la comunidad?
–Existe una parte de la población que se opone al proyecto. Esta parte está representada, por lo que se ha visto, por una minoría. No se puede asegurar que la sociedad está en contra del proyecto. Los poblados El Rosario, San Antonio y El Triunfo, son los que están más cercanos al desarrollo y están a favor del proyecto en su mayoría.
“En la ciudad de La Paz hay grupos que están en contra del proyecto pero no podemos decir que la mayoría de la ciudad está en contra”, sostuvo.
Mitre Cendejas afirmó que para los procesos industriales no se tomará agua potable de los mantos acuíferos y el líquido necesario se obtendrá del mar, mediante un proceso de desalinización en una planta construida ex profeso. El líquido se conducirá hasta la mina a través de un acueducto de más de 40 kilómetros. “Esta agua se reciclará y no se descargará en ningún cuerpo de agua superficial ni en el acuífero de la región”, afirmó.
Sin embargo, quienes se oponen al proyecto, asesorados con estudios técnicos, indicaron que en una década el proyecto extraerá, por medio del proceso de desalinización de agua marina, unos 20 millones de metros cúbicos de líquido de la costa, provocará fuertes intrusiones salinas al acuífero costero, y arrojará al mar unas 600 mil toneladas de sales residuales contenidas en unos 2 millones de metros cúbicos de salmueras.
Al respecto, Emilio Mitre aseveró que para evitar filtraciones de las sustancias utilizadas para el proceso industrial de la explotación del oro, toda la planta estará contenida por una plancha de concreto sellado, con lo que se garantiza el uso seguro de las sustancias utilizadas y se evita filtración al suelo o subsuelo.
Explicó que el proyecto se ubica dentro del área de amortiguamiento de la reserva de la biosfera Sierra La Laguna, en una zona de aprovechamiento especial donde se permite la minería. Consideró que el proyecto generaría una derrama de más de 200 millones de dólares así como 2 mil 200 empleos antes y durante su ejecución, estimada en 16 años, además de que diversificaría y desarrollaría la economía regional.
Entre los riesgos que han advertido organizaciones como el Centro Mexicano de Derecho Ambiental y habitantes de la zona destacan que el proyecto se ubica en el área natural protegida Sierra La Laguna, que es zona de recarga de agua en una región desértica, y el uso intensivo de explosivos, cuyo tránsito será por la ciudad de La Paz, junto al elevado uso de cianuro en el proceso de extracción del metal.