Las famosas fianzas, igual que las multas, para liberar a delincuentes de alta peligrosidad o «sancionar» a empresas corrutpas, es otro más de los pútridos conceptos neoliberales de apología de la CORRUPCIÓN: una tajada a las «autoridades» de lo mucho que esos criminales obtuvieron robando y listo, ¡a sequir delinquiendo!
Por Redacción
(Proceso)
CIUDAD DE MÉXICO (apro).- El empresario Luis Carlos Castillo Cervantes, conocido como el Rey de los Dragones, quedó en libertad tras acordar una fianza de 30 millones de dólares en una audiencia celebrada el pasado lunes.
Según información del diario Vanguardia, Castillo Cervantes estaba en busca de su libertad bajo fianza, acuerdo que autorizó el juez de la Corte de Distrito Sur en Corpus Christi, Jason B. Libby.
El Rey de los Dragones, quien pagó 300 mil dólares de los 30 millones que se acordaron para la obtención de su libertad, tendrá que cumplir con ciertas restricciones impuestas por el juez.
Según documentos de la Corte, el acusado de lavado de dinero y fraude bancario, deberá permanecer en su domicilio, no podrá viajar al extranjero, hará entrega de su pasaporte al gobierno, y no tendrá contacto con otros involucrados o víctimas del caso. Además, contará con vigilancia las 24 horas del día través de un GPS colocado en su cuerpo.
Otro hecho relevante dentro del caso de Luis Carlos Catillo Cervantes, dice Vanguardia, son los posibles nexos con exgobernadores priistas, entre los que destacan Natividad González Parás y Rodrigo Medina, ambos exgobernadores de Nuevo Léon; así como Enrique Martínez y Martínez, Humberto Moreira y Jorge Torres-López de Coahuila; al igual que Eugenio Hernández y Tomás Yarrington de Tamaulipas.
En primera instancia, el empresario habría buscado llegar a un acuerdo con la justicia americana similar al de Javier Villarreal, extesorero de Coahuila, es decir, aportar información que ayude a identificar a otros involucrados en el caso, así como la renuncia de sus bienes que se encuentran proceso de incautación. De esa manera, su pena en la cárcel podría reducirse.
Dicho acuerdo, sólo sería posible si Castillo Cervantes se declara culpable. En caso de proclamarse inocente ante la Corte, iría a juicio y su destino lo decidiría un jurado estadounidense.
Su próxima audiencia fue programada para el 3 de enero en la Corte de Distrito Sur.