¿Y la exigencia de su renuncia?
Redacción La Jornada
Miles de pobladores de las juntas auxiliares más marginadas y pobres del estado hicieron visible el descontento social que priva en sus demarcaciones, mediante una marcha en la capital poblana que encaró con consignas, mantas y pancartas al gobierno de Rafael Moreno Valle Rosas, al que exigieron diálogo y no represión para atender su principal demanda: el regreso del servicio del registro civil a sus comunidades.
Los inconformes también exigieron la abrogación de la #LeyBala debido a que en dos ocasiones fue utilizada por la administración estatal para disolver con el uso de la fuerza pública protestas del mismo movimiento, una de las cuales tuvo como saldo la muerte de un niño de 13 años y decenas de heridos en San Bernardino Chalchihuapan.
Se trató de la segunda megamarcha contra la administración morenovallista en menos de una semana, la cual se realizó a lo largo de 10 kilómetros, en el marco de las investigaciones que realiza la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) en territorio poblano por la represión en Chalchihuapan del 9 de julio.
A diferencia de las manifestaciones realizadas en el interior del estado, las autoridades evitaron ayer el despliegue de efectivos de la Policía Estatal, incluso en el Centro Integral del Servicios (CIS), inmueble en el que despacha el gobernador y que concentra las oficinas de los burócratas del estado, frente al cual desfilaron los pobladores.
Mientras el grueso de manifestantes aprovechó la cercanía con la estructura de poder para clamar la renuncia del mandatario local con el grito “fuera Moreno Valle”, decenas colocaron las pancartas y mantas que portaban en dirección al CIS para que fueran vistas por los servidores públicos que se arremolinaron en las ventanas, curiosos de lo que sucedía fuera.
Una de las lonas más grandes tenía impresa la fotografía del niño José Luis Alberto Tehuatlie Tamayo de Chalchihuapan, tomada pocos segundos después de haber recibido el impacto de un proyectil en la cabeza que le quitó la vida 10 días después. A un costado de la imagen se rotuló la leyenda en letras amarillas y fondo rojo “Moreno Valle asesino, mataste a un niño con tus balas de goma”.
Los elementos de la Policía Municipal que abrieron paso a la marcha por toda la ciudad se limitaron a tomar fotografías a los manifestantes que participaron en esa muestra de desafío frente al Centro Integral del Servicios.
“Los pueblos no se venden”
La protesta fue convocada por la Coordinadora Estatal en Defensa de la Identidad de los Pueblos y movilizó a habitantes de una veintena de municipios de las regiones de Atlixco, Izúcar de Matamoros, Tehuacán y San Martín Texmelucan, para exigir al Congreso local la derogación una reforma a la Ley Orgánica Municipal que detonó el malestar en las juntas auxiliares, debido a que las convirtió en organismos descentralizados de los ayuntamientos con nulas capacidades de gobierno.
Las modificaciones se aprobaron en diciembre pasado como propuesta de la bancada del Partido Acción Nacional (PAN) con el fin de que sean el Estado y los ayuntamientos quienes se hagan cargo del registro civil y la seguridad pública en las más de 600 juntas auxiliares que tiene Puebla.
La marcha inició desde la caseta de peaje de Atlixco, localizada al suroeste de la capital, y concluyó en el Centro Histórico de Puebla, donde se encuentra el Palacio Legislativo. A la cabeza se colocaron habitantes de la comunidad de San Bernardino Chalchihuapan, quienes exigieron justicia por la muerte de Tehuatlie.
“Congreso vendido, el pueblo no es tu amigo”, “Moreno Valle decía que todo cambiaría, mentira, mentira, la misma porquería”, “Exigimos solución, no queremos represión” y “Moreno Valle entiende: los pueblos no se venden”, fueron parte de las consignas que gritaron los manifestantes.
En los primeros minutos de la marcha, los elementos de tránsito vial intentaron desviarla a una de las laterales de la vía Atlixcáyotl para permitir la circulación de los automovilistas, pero los pobladores se opusieron y mantuvieron su paso firme sobre los cinco carriles que conforman esa arteria vehicular.
“No viajamos cinco horas para que nos hagan a un lado”, alegó el líder de uno de los contingentes de Tehuacán que pertenece a la junta auxiliar más apartada de ese municipio: Santa Ana Teloxtoc, localizada a dos horas de distancia de su cabecera.
Aunque la movilización aminoró el tránsito vehicular en la zona, fueron más las expresiones de respaldo que recibió de los automovilistas que las de rechazo. Una vez que conocían el motivo de la protesta ocho de cada 10 conductores que expresaron su sentir lo hicieron tocando el claxon de manera rítmica para apoyar la causa.
La magnitud del reclamo
Elementos de la Policía Estatal contabilizaron 5 mil participantes en la movilización, mientras transeúntes estimaron más de 8 mil personas. Haciendo a un lado las cifras, lo cierto es que la magnitud de la marcha causó asombro a quienes fueron testigos de la misma.
Los comensales en los restaurantes exclusivos que se encuentran en las orillas de la vía Atlixcáyotl hicieron a un lado sus actividades para salir a la calle y presenciar el avance de miles y miles de pobladores que se hacían oír a través de consignas y altavoces.
La misma reacción tuvieron los trabajadores y clientes de las instituciones crediticias, de las agencias de vehículos de lujo y de los centros comerciales como Vía San Ángel, quienes se aglomeraron en los ventanales de los locales y oficinas, desde los cuales tomaron fotografías del acto con sus teléfonos personales.
Una de las voceras de la marcha con acceso a altavoz aprovechó la atención de los espectadores para explicar que el motivo de la protesta era la defensa de los pueblos y su derecho a la autodeterminación: “Estamos hartos de este gobernador dictador que, por el hambre de poder, nos quiere pisotear (…) aquí está el pueblo clamando y pidiendo justicia”.
Oídos sordos
Tres horas demoraron los habitantes de las juntas auxiliares en recorrer la ciudad hasta el Centro Histórico. Pese al calor de las 2 de la tarde, pese al cansancio del recorrido y del traslado previo a la capital, todavía tuvieron ánimo para improvisar un mitin donde exigieron un alto a las reformas que se hacen “de espaldas al pueblo”.
“No hay justicia en el estado, no hay canales de diálogo con el gobernador, porque ha hecho oídos sordos a las manifestaciones; por eso hemos caminado por la ciudad, para que sepan lo que sucede en Puebla; no estamos aquí por una cuestión política ni por dinero; estamos aquí porque se nos quiere arrebatar nuestra identidad”, expresó uno de los oradores.
En tanto, un grupo de jóvenes trepó por la herrería que protege las ventanas del Palacio Legislativo para colgar sobre el portón principal una lona blanca en la que se podía leer la leyenda “Exigimos al Congreso del estado la derogación inmediata de reformas a la Ley Orgánica Municipal y al Código Civil que Despoja a las Juntas Auxiliares del Registro Civil”.
Los pobladores conformaron una comisión para entregar su pliego petitorio, la cual fue atendida por el legislador de Nueva Alianza Cirilo Salas Hernández, quien fue el único de los ocho integrantes de la Comisión Permanente que se encontró presente en la sede del Poder Legislativo.
Los 33 representantes populares restantes se encuentran de vacaciones desde el 1 de agosto pasado y regresan a sus actividades hasta el próximo martes.