CLAUDIO VARGAS
La Jornada
El sol se ocultaba como todas las tardes en Pie de la Cuesta, decenas de turistas contemplaban la escena, de pronto una mujer pidió auxilio a unos guardavidas y policías que se encontraban ahí, porque su hijo de 10 años se había extraviado, pero no le hicieron caso porque se encontraban sacando los huevos que una tortuga golfina había depositado en ese playa.
“No puede ser que los huevos de una tortuga sean más importante que la vida de mi hijo”, gritó la madre desesperada del menor extraviado en medio de la gente, que intentó impedir que policías del estado sacaran los huevos porque temían que no los entregarían a los campamentos tortugueros y quizás se los comerían.
Molesta la turista se alejó del grupo que resguardaba el nido y se fue desconsolada a buscar a su hijo, mientras la mayoría de la gente contemplaba el desove de la tortuga y decenas de curiosos grababan video y tomaban fotografía del suceso.
Mientras la mujer buscó a su hijo sobre la orilla de la playa, las personas se arremolinaban en el lugar del desove; unos gritaban que no permitieran que policías sacaran los huevos y otros decían que le hablaran a los marinos para que protegieran al ejemplar en peligro de extinción y a su producto.
Sin embargo, policías estatales con sus armas AR-15 terciados en el cuerpo no escucharon a los visitantes y se abalanzaban sobre la arena y con palo en mano buscaron el nido para extraer el producto.
La gente insistía en que no sacaran los huevos y de pronto irrumpió un grupo de soldados que entraron al lugar para ver qué estaba ocurriendo, turistas de inmediato pensaron que los militares se llevarían los huevos para resguardarlos, pero no, simplemente permitieron que policías estatales sacaran los huevos delante de todos y los echaran en una bolsa de zapatos para minutos más tarde marcharse del lugar tranquilamente.
Poco después de que los policías estatales sacaron los huevos, un guardavidas tomó del caparazón al quelonio y como pudo se lo llevó cargando hasta cerca del reventón de olas y lo aventó para que regresara al mar y nadie pudiera causarle un daño.
En la playa visitantes y lugareños empezaron a fotografiar a los uniformados y otros grabaron video para difundir la noticia en las redes sociales y denunciar que mientras una mujer lloraba por su hijo extraviado, que después encontró dormido sobre una área de la playa, las autoridades responsables de brindar ayuda a los turistas, se encargaron de sacar huevos de tortuga para después desaparecer de la zona prometiendo que los iban a entregar a la Marina para que los cuidaran.
