Proyecto de captación de agua que habría abastecido a 30 mil personas en Ajusco, está ABANDONADO

Iván Sosa
Reforma

Cd. de México (06 julio 2014).- Las autoridades de Tlalpan dejaron a medias una olla de captación de agua de lluvia que resolvería el problema de abasto al menos a 30 mil personas del Ajusco Medio.

Desde hace un año, la estructura de concreto del tamaño de dos albercas olímpicas quedó en obra negra, pero faltó instalar la tubería para llevar el líquido a los tanques de filtración, cloración y luego conectarlos a la red de abastecimiento.

En una hondonada natural del paraje El Zacatón, a la altura del kilómetro 9 de la carretera Picacho-Ajusco, fue habilitada la enorme tina, la cual, con una sola tormenta pueden almacenar hasta 700 mil litros de agua.

«Tenemos que limpiar las áreas vandalizadas, completar la línea de conducción, el sistema de potabilización, con unos 2 millones de pesos», expuso el director de Operación Hidráulica de Tlalpan, Máximo César Romero.

Con los recursos disponibles, aseguró, en dos meses puede entrar en funcionamiento la instalación pluvial.

Ante el abandono de las autoridades, la obra ya ha sido vandalizada con grafitis y el robo de piezas.

«Nos llegan a robar las tapas que se abren para bajar a dar mantenimiento a los tubos que salen de la olla y llevan el agua al tanque de almacenamiento, para venderlas por kilo», comentó el subdirector de Operación Hidráulica, Moisés Sánchez.

«Cuando no hay agua se meten al tanque, levantan los filtros, los patean y los pisan.

«Todas esas piezas hay que reponerlas y completar los tramos de canales y tubos», apuntó David García, jefe de unidad de Operación Hidráulica en la Delegación.

Sobre el vandalismo, agregó que no se debe a la oposición vecinal hacia la obra.

«No son vecinos que se opongan a que el agua vaya a otras colonias, como pasa en Ameyalco, en Álvaro Obregón, son vándalos, porque dejan restos de drogas y alcohol», apuntó García.

La olla capta el agua de lluvia por escurrimiento a través de arroyos y ocho kilómetros de canales trazados desde la parte alta del bosque del Ajusco.

Al salir de la olla, el agua pasa por un tanque en donde el caudal es filtrado, mediante pequeños coladores, colocados en el piso del depósito.

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