Redacción La Jornada
Atlixco. Durante una pequeña gira de trabajo por el norte de esta ciudad, el gobernador Rafael Moreno Valle recibió el calificativo de “asesino” cuando una estudiante del campus de la Universidad Autónoma de Puebla (UAP) de este municipio alcanzó a gritarle eso mientras se manifestó con una pancarta por el tema Chalchihuapan.
Casi al final del acto protocolario, en donde los tres niveles de gobierno entregaron obras por varios millones de pesos, una joven mujer, sola y de aproximadamente 19 años, sacó de entre sus ropas una cartulina blanca que minutos antes había pasado a comprar a una papelería cercana del largo bulevar llamado Ferrocarriles. Y el fugaz mensaje, mal escrito en una palabra, era claro: “Autor intelectual del caso Chalchi… #justicia…#MorenoBala”.
Segundos antes de que el gobernador –ubicado a 400 metros de la chica– bajara del estrado para tomarse las fotos de rigor con los beneficiados del programa, salió el grito que despertó a algunos, sonrojó a otros y, sobre todo, sorprendió a la comitiva de seguridad de Moreno Valle: “Asesino”.
Tras el calificativo pasaron cerca de 10 segundos y la pancarta se mantenía en alto. No tardaron en aparecer los guaruras para intentar, en primer lugar, arrebatarle el papel a la joven, situación que finalmente no lograron. En cuestión de minutos estaba rodeada de tres tipos con “chícharos” en una oreja. Quién comenzó el diálogo fue Arturo Flores, delegado de Gobernación estatal en la región:
–¿Qué pides?, ¿cuál es tu petición? –le cuestionaron.
–¡Que hagan caso a la gente de Chalchihuapan!
–¿Quieres alguna cita?; seré el canal para lograrlo –insistió el funcionario.
Mientras, uno de los muchos encargados de la seguridad del gobernador pidió a la mujer retirarse. “Ahorita vamos a recibir sus datos y darle una audiencia”, replicó Flores Grande.
–¿Entonces quieres audiencia o solo presentar algo? –interrogó el ya nervioso delegado.
–Sí, queremos expresar todo lo que sentimos los estudiantes –respondió la universitaria, que para entonces ya había llamado la atención.
Tras intercambiar números telefónicos la mujer solicitó una entrevista la siguiente semana. Dijo llamarse Yanet García, ser de Atlixco y cursar estudios en el campus UAP de la ciudad. “Queremos que salga a dar la cara y respuestas sobre Chalchihuapan, Cholula, sobre los proyectos de muerte en la Sierra y, sobre todo, porque en su discurso habló del derecho a la salud… ¿y entonces dónde está el derecho a la vida?”.
En entrevista con este medio de comunicación platicó que caminaba rumbo a su escuela, instalada a kilómetro y medio del paraje donde se realizó el acto oficial, cuando descubrió que el de la voz era Rafael Moreno Valle. “Lo estaba escuchando como cualquier ciudadano, y comenzó a enojarme cuando dijo que todo estaba bien, que todos debemos estar contentos. Y en la realidad es todo lo contrario”. Entonces decidió salir a buscar una papelería para comprar una cartulina y manifestar su inconformidad de esa manera.
La estudiante de ciencias de la comunicación dijo que aunque no la habían amenazado por sacar de entre sus ropas la pancarta, ya tenía miedo de ir a su casa” por la cantidad de personas de seguridad que la estaban custodiando.
–Yo solo quiero llegar a mi casa tranquila… porque ya sabemos cómo es el represor –alcanzó a decir.
–Existe la garantía de que no habrá ningún tipo de represalia. Tienes el derecho a manifestarte y a ser escuchada, y lo estamos haciendo. Te garantizo que obviamente no sucederá nada indebido o ilegal, y seguro tendrás tu cita –contestó nuevamente Flores.
La mujer guardó la pancarta, comenzó a caminar rumbo a la salida y detrás de ellas se apresuraron tres hombres, de pelo corto, chaleco y audífonos, quienes siguieron sus pasos hasta donde tomó una combi rumbo al centro de Atlixco.