Mónica Camacho
La Jornada
La ordeña de ductos en Puebla es un delito que se encuentra a la alza dado que en 2006 se encontraron solo nueve tomas clandestinas, mientras que en 2013 la cifra se disparó a 211, sin que hasta la fecha la autoridad haya tomado cartas en el asunto para contener ese problema.
Lo anterior quiere decir que en siete años el problema se multiplicó 24 veces y se espera que esta tendencia se acentúe en 2014, pues solo al mes de abril la paraestatal Petróleos Mexicanos (Pemex) localizó 52 tomas.
Desde 2006 se han identificado en Puebla 560 puntos de ordeña en ductos de Pemex, lo que ha provocado 52 casos de derrames de productos que ha puesto en riesgo la vida y la salud de las personas que habitan en torno a esas fugas.
Uno de los últimos derrames se registró el 8 de junio pasado, en el municipio de Acatzingo, donde la dispersión de diésel afectó a la comunidad de Progreso de Juárez. La toma clandestina fue localizada en el poliducto Maltrata–Puebla.
En ese acto se encontró una manguera de aproximadamente 100 metros de longitud conectada a un ducto, lo que evidencia que era una toma ilegal usada para el robo de combustible.
Según información de la Comisión Nacional de Hidrocarburos, Puebla es una de las entidades federativas del país con más derrames de hidrocarburos, junto con Veracruz, Tabasco, Chiapas, Campeche, Tamaulipas y Nuevo León, donde se han perdido 13 millones 176 mil 654 litros de petróleo crudo en el periodo 2000–2013.
De enero a abril de 2014, ocho de los casos de ordeña se encontraron en el municipio de Quecholac, siete en Acajete y cinco en Puebla, lo que convierte a esos tres municipios en los lugares con mayor incidencia en ese delito.
El resto se detectó en San Martín Texmelucan, Amozoc, Huejotzingo, Acatzingo, Tepeaca, San Matías Tlalancaleca, San Salvador el Verde, Coronango, Venustiano Carranza, Esperanza y Huachinango.
Exhorto a Pemex
El problema en el que se ha convertido la ordeña de ductos en Puebla provocó que el tema comenzara a discutirse en el Congreso local, donde la bancada del Partido Acción Nacional (PAN) presentó un punto de acuerdo en noviembre para solicitar a Pemex intensificar la inspección sobre los ductos que atraviesan el estado.
Para la fracción albiazul el incremento de la incidencia demostró que ha sido insuficiente el esfuerzo de la paraestatal y “otras instituciones de seguridad” para enfrentar este ilícito, que representa pérdidas económicas millonarias para todos los mexicanos.
Además, alertó que la ordeña pone en riesgo la seguridad de la población que habita en las inmediaciones de los gasoductos que cruzan Puebla, “ya que una mala maniobra puede ocasionar una desgracia de grandes dimensiones”.
Como ejemplo, la bancada panista recordó en el punto de acuerdo la explosión en un ducto del Centro de Medición de Gas de Petróleos Mexicanos ocurrida en Reynosa, Tamaulipas, el 18 de septiembre pasado en la que 30 trabajadores perdieron la vida y otros 46 resultaron lesionados.
“Una de nuestras labores como legisladores también es preservar la vida y seguridad de los poblanos, así como el cuidado al medio ambiente y reducir riesgos de accidentes, por lo que al día de hoy es necesario mejorar las condiciones de seguridad en oleoductos (que transportan petróleo) y poliductos (que transportan combustibles pesados)”, puntualizan en el exhorto que se envió a estudio en comisiones.