Chalchihuapan quería servicios, Moreno Valle les lanzó BALAS DE GOMA; José Luis iba de paso… y AHORA ESTÁ MUERTO

Laura Cordero
Sinembargo

Elia Tamayo recibiendo el informe del neurólogo Luis Felipe Loría. Foto: Antonio Cruz, SinEmbargo

Elia Tamayo recibiendo el informe del neurólogo Luis Felipe Loría. Foto: Antonio Cruz, SinEmbargo

Chalchihuapan, Puebla, 20 de julio (SinEmbargo).– José Luis Alberto Tehuatlie Tamayo salió el 9 de julio de la secundaria Ricardo Flores Magón rumbo a su casa. En el camino, pobladores de San Bernardino Chalchihuapan se manifestaban en la vía Atlixcáyotl cuando elementos de la Policía Estatal de Puebla dispersaron con violencia la protesta pacífica.

Una bala de goma impactó en su cabeza, acusa la familia; lo dejó herido de gravedad. Y ayer, después de declararle muerte cerebral, dejó de respirar.

Elia Tamayo, su madre, acudió este sábado al Hospital General Sur para recibir un segundo diagnóstico luego de que al menor de 13 años se le diagnosticara muerte cerebral. Llegó acompañada del neurólogo Luis Felipe Loría Rosado, quien le confirmó la muerte encefálica que anunció el viernes el director del nosocomio José Antonio Martínez García y le recomendó desconectar al menor de los aparatos que aún lo mantenían con vida. Pero Elia se negó.

Acompañada por Lorena, una de sus cuatro niñas, Elia decidió regresar a su casa para consultar con sus familiares el siguiente paso sobre la vida de su hijo. Recibida por cuñadas y hermanas, les explicó el estado de José Luis. Sin embargo, por la noche el gobierno de Rafael Moreno Valle informó en un breve comunicado que José Luis había fallecido por un infarto.

La solidaridad de la comunidad de Chalchihuapan se vio reflejada durante los 10 días que el menor estuvo en el hospital. Hacían pequeños comités para ir al nosocomio y estar pendientes del caso para que Elia no se quedara las 24 horas. Luego del anuncio de la muerte de José Luis, el Hospital General Sur cerró sus puertas: diversos habitantes de San Bernardino decidieron acudir, pero se les negó el acceso y posteriormente sólo les dieron una hoja que indicaba que el menor fue trasladado al Servicio Médico Forense del estado. Sin aviso alguno a Elia, su madre.

“Nosotros estamos exigiendo que el Registro no se nos quite porque sabemos que no vamos a poder llegar hasta allá. Si a veces aquí uno no lo puede registrar, ahora imagínese ir hasta allá. Nosotros no tenemos esos recursos. Nosotros necesitamos nuestros pasajes, necesitamos a dos testigos. No creo que nos los vayan a dar [los papeles] sin testigos. Tenemos que ir, no tenemos los recursos; si apenas nos está alcanzando para comer, ¿cómo vamos a ir? Yo le digo a mi esposo: ‘me siento mal porque somos como dice él [Gobernador Rafael Moreno Valle], unos ignorantes’. Puede decir lo que él quiera, pero cuando quiere los votos, nos viene a ver. Los ignorantes servimos para algo pero ya ahorita no nos hace caso. Ni siquiera nos está tomando en cuenta”, dijo una habitante.

Elia arriba a casa con su pequeña Lorena. Foto: Antonio Cruz, SinEmbargo

Elia arriba a casa con su pequeña Lorena. Foto: Antonio Cruz, SinEmbargo

Antes de la noticia, Elia explicaba a sus familiares lo que el neurólogo le había dicho. En un patio donde una gallina estaba encerrada en una jaula, las cuatro mujeres platicaban.

Un grupo de niños también recibió a Lorena, quien traía una mochila con forma de conejo repleta de dulces. Entre todos compartieron un Danup y una bolsa de Churrumais. Jugaban mientras una de las madres explicaba a Elia y a sus cuñadas que el viernes vio a José Luis, entubado y con los ojos tapados por una cinta.

Horas más tarde, un doctor le informó que el menor tenía muerte encefálica. Le explicó que su cerebro dejó de funcionar y por lo tanto su cuerpo también. “Si no tiene cabeza, no tiene nada”, dijo. A Elia nadie le dijo nada.

La escuela Secundaria Ricardo Flores Magón se encuentra cruzando la vía Atlixcáyotl. Foto: Antonio Cruz, SinEmbargo

La escuela Secundaria Ricardo Flores Magón se encuentra cruzando la vía Atlixcáyotl. Foto: Antonio Cruz, SinEmbargo

Los habitantes de San Bernardino Chalchihuapan decidieron marchar el 9 de julio a la par de 11 juntas auxiliares más, cada una en un punto diferente, pues confiaban en que el gobierno no podría detener todas al mismo tiempo. La autoridad no dispersó todas las protestas, sólo la de la vía Atlixcáyotl, donde de acuerdo con los testimonios se agredió con balas de goma, bombas de humo y gases lacrimógenos a los habitantes.

Su petición era muy sencilla: que el gobierno estatal regrese las oficinas del Registro Civil a cada una de las comunidades, pues ahora están en control de los municipios y los pobladores no tienen los recursos ni las condiciones para salir de sus comunidades.

La comunidad se mostraba cautelosa con los ajenos a la comunidad. A todos saludaban, más no daban información a cualquiera. Tienen miedo de revelar sus identidades, pues aseguran que el gobierno está identificando a personas para luego ir por ellos. Pidieron a SinEmbargo que no se publiquen sus nombres, pero que sí se consignen sus denuncias.

“Quiero ver al gobierno, ¿porque no viene a visitar al niño? No viene con la mamá, no viene a decir ¿cómo está el niño?, este no viene a dar la cara”, dijo otra tía de José Luis.

Elia cansada, soltaba pocas palabras, explicó que “un tal Cornejo” la presionaba para que firmara un papel. Se refería a Luis Arturo Cornejo Alatorre, Subsecretario de Asuntos Políticos y Protección Civil, quien intentó obligarla a firmar un documento donde se establecía que el golpe que recibió José Luis en la cabeza fue de un cohetón lanzado por los propios pobladores, y no una bala de goma, disparada por la Policía Estatal. Elia sabía que no debía firmar nada. No lo hizo.

La mamá decidió descansar, mientras los líderes de las juntas auxiliares se reunieron en la presidencia de San Bernardino Chalchihuapan para hablar de sus acciones que llevarán a cabo, entre ellas, una marcha con rumbo a la Ciudad de México mañana lunes.

Por la noche, la mamá de José Luis recibió la peor noticia: José Luis murió.

Una vez más, el gobierno decidió dar la noticia primero a los medios de comunicación. A través de un boletín, se dijo: ”La Secretaría de Salud del Estado de Puebla informa que el día de hoy sábado 19 de Julio de 2014 a las 18:30 horas el menor José Luis Tlehuatle Tamayo presentó paro cardiorespiratorio irreversible, en el área de terapia intensiva del Hospital General del Sur”.

Elia una vez más no recibió la noticia por voz de los médicos.

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